La Estrategia de Inteligencia Artificial del Sistema Nacional de Salud del Estado español parte de un diagnóstico claro: la IA se ha convertido en un pilar fundamental para afrontar retos estructurales como el envejecimiento poblacional, la cronicidad, la sobrecarga asistencial o la necesidad de mejorar la sostenibilidad del sistema. Para ello, la estrategia propone una adopción ordenada y equitativa de la IA, asegurando que su despliegue se realice bajo principios comunes entre todas las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Sanidad.

El documento destaca los avances que ya se observan en hospitales y centros de salud: diagnósticos más precisos, automatización de tareas administrativas, análisis avanzado de imágenes médicas y mejoras en la gestión de flujos asistenciales.

Herramientas basadas en IA permiten, por ejemplo, reducir un 26 % el agotamiento del personal al automatizar la toma de notas clínicas o acelerar un 70% ciertos diagnósticos por resonancia.

Estos resultados anticipan un impacto transformador que, si se implementa adecuadamente, puede liberar tiempo para la atención directa y mejorar la precisión clínica.

Riesgos y desafíos: la seguridad como prioridad absoluta

Aunque el potencial de la IA es enorme, la estrategia subraya que su despliegue conlleva riesgos significativos. La calidad de los datos continúa siendo un reto, ya que la falta de estandarización en los registros clínicos limita la capacidad de entrenar modelos robustos y aumenta el riesgo de sesgos que puedan influir en diagnósticos o tratamientos. También se mencionan dificultades de interoperabilidad, un aspecto especialmente crítico en infraestructuras hospitalarias donde conviven múltiples sistemas tecnológicos.

En paralelo, la preocupación por la privacidad y la seguridad se intensifica. En 2023 se notificaron 309 incidentes de ciberseguridad en el sector sanitario, más de la mitad vinculados a ransomware, lo que ilustra el nivel de exposición de hospitales y centros de investigación. El documento remarca que la protección de datos sensibles y la resiliencia de los sistemas deben ser condiciones previas para la adopción de IA.

Estos riesgos elevan la exigencia de asegurar continuidad del servicio, supervisión humana constante y mecanismos transparentes para interpretar decisiones automatizadas.

Un marco ético y regulatorio para generar confianza

La Estrategia destaca que la IA en sanidad debe estar guiada por valores éticos como la equidad, la transparencia, la responsabilidad y la no maleficencia.

Señala que la Unión Europea ha dado un paso decisivo con el AI Act, que clasifica los sistemas de IA según niveles de riesgo y establece obligaciones estrictas para aquellos utilizados en diagnóstico o apoyo clínico. A este marco se suman el Reglamento General de Protección de Datos, los reglamentos de productos sanitarios y el nuevo Espacio Europeo de Datos de Salud, creando un ecosistema normativo que exige trazabilidad, explicabilidad y control de calidad.

Para el entorno hospitalario, esto implica que cualquier solución de IA debe ser comprensible, auditada y supervisada por profesionales formados. La estrategia insiste en la necesidad de mantener a la persona —paciente y profesional— en el centro, garantizando que la tecnología complemente la práctica clínica sin sustituir el juicio médico.

Gobernanza y capacidades: preparar al sistema para la IA

El despliegue seguro y eficiente de la IA exige una estructura de gobernanza clara. El documento propone la creación de equipos multidisciplinares que integren perfiles clínicos, tecnológicos, expertos en datos y especialistas en ética.

Su función será evaluar el rendimiento de los algoritmos, supervisar su implementación y garantizar que se cumplen los marcos normativos. Esta gobernanza se complementa con la necesidad de capacitar a los profesionales, tanto en el uso práctico de estas herramientas como en la interpretación crítica de los resultados generados por la IA.

El documento también anticipa que la incorporación de IA redefinirá roles dentro de las organizaciones sanitarias, dando paso a nuevas funciones como analistas de datos clínicos, desarrolladores especializados en salud y responsables de supervisión algorítmica. Esta evolución deberá acompañarse de procesos claros para auditar algoritmos y detectar errores, sesgos o desviaciones en tiempo real.

Relevancia para infraestructuras críticas y diseño hospitalario

La Estrategia de IA del SNS es especialmente útil para quienes diseñan, gestionan o mantienen infraestructuras hospitalarias y de investigación. El documento pone de relieve que la IA no solo afecta a la esfera clínica, sino también a los sistemas que sostienen la operación diaria de un hospital: monitorización, logística, gestión de urgencias, mantenimiento predictivo, control ambiental o interoperabilidad entre equipos biomédicos conectados.

Para que todo esto funcione de forma segura, las infraestructuras deben garantizar disponibilidad, robustez, ciberprotección avanzada y una arquitectura digital capaz de soportar flujos de datos de alta criticidad.

La seguridad se convierte así en un eje transversal. La estrategia deja claro que la IA solo puede desplegarse de manera responsable si se sustentan infraestructuras resilientes, protocolos sólidos de ciberseguridad y procesos continuos de verificación. En contextos donde cualquier interrupción puede tener consecuencias graves para pacientes o investigadores, este enfoque es esencial.

Conclusión: innovación responsable para un sistema sanitario seguro

En síntesis, la Estrategia de Inteligencia Artificial del SNS ofrece una visión equilibrada que combina el impulso innovador con una narrativa de prudencia y responsabilidad. La IA promete mejorar diagnósticos, optimizar procesos y personalizar tratamientos, pero solo podrá convertirse en una aliada fiable si se implementa bajo principios éticos, marcos regulatorios estrictos y una estructura de gobernanza que priorice la seguridad, la transparencia y la protección del paciente.

Para los usuarios de Hospitecnia, esta estrategia se presenta como una guía imprescindible para entender cómo debe integrarse la IA en infraestructuras críticas de forma segura, sostenible y centrada en la persona.

Podéis leer el documento completo en la página web del Ministerio de Sanidad.