La luz tiene un papel fundamental en la sensación de bienestar y el funcionamiento eficiente de un edificio y esta característica se hace aún más notable en espacios hospitalarios en los que cualquier alteración de las condiciones ambientales puede afectar positiva o negativamente sobre el estado de salud de los pacientes.

Los estudios en relación a las condiciones lumínicas señalan que existe una relación clara entre la exposición de los pacientes a la luz y su estado de salud y bienestar. Está demostrado que la luz puede mejorar parámetros como el sueño, la atención, el estado de ánimo, la depresión o la duración de las estancias en el hospital.

Además, es necesario considerar la luz como factor regulador del reloj biológico. La utilización de soluciones lumínicas que recrean las condiciones de la luz diurna contribuye al mejor funcionamiento del organismo, conectando a personal y pacientes con las dinámicas y el paso del tiempo en el exterior.

La iluminación del hospital en función de cada área

Un tratamiento óptimo y eficiente de la iluminación interior puede transformar completamente las características de un espacio y en consecuencia crear atmosferas diversas que influyan sobre nuestra percepción del entorno.

Estas condiciones van variando en función del punto del edificio y la actividad en la que nos encontramos, des de la entrada hasta las habitaciones, pasando por los espacios de circulación, de espera, de reconocimiento o de diagnóstico.

Cobra especial relevancia la iluminación del acceso al hospital, la zona de recepción es la que ofrece la primera impresión y debe presentarse como un espacio acogedor, de bienvenida y que genere un ambiente de confianza, evitando sensaciones aprehensivas o intimidadoras.

En general, y a lo largo de todo el hospital, la luz deberá jugar con los matices para recrear entornos familiares que tranquilicen y transmitan un estado acogedor y relajante, una sensación de tranquilidad y confort, condiciones que influirán positivamente en el bienestar de los pacientes.

Luz beneficiosa para el personal y los pacientes

Una iluminación adecuada en las instalaciones sanitarias podrá propiciar una mejora considerable de la experiencia no sólo de los pacientes sino también del personal del hospital.

La sensación de confianza y bienestar entre los empleados influye en la mejora de su rendimiento y productividad y, por consiguiente, en la satisfacción general de todos los usuarios.

Así, las necesidades de iluminación para los profesionales del centro son tan importantes como las de los pacientes, sin embargo, en muchas ocasiones implicarán condiciones muy distintas.

Mientras el paciente prefiere una atmósfera tranquila, relajante y cálida, las actividades del personal requieren de una iluminación intensa y funcional que facilite el diagnóstico y el trabajo de los profesionales.

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