La iluminación como nodo de la innovación de las infraestructuras de salud
Hasta hace algunos años, en los proyectos sanitarios se prestaba poca atención al diseño de la iluminación. La mayoría de los técnicos que intervenían en su diseño se proponían cumplir los niveles que determinaban las normativas para cada espacio sin pensar en más parámetros que los estrictamente funcionales.
Tan solo los mejores profesionales, en determinados espacios como vestíbulos y en algunos espacios tipo como habitaciones y consultas, se detenían para crear una iluminación que fuera más allá del puro utilitarismo para pensar en dimensiones relativas al confort.
En los últimos años, diferentes tipos de innovaciones han convertido a las instalaciones de iluminación como centros de la transformación de los edificios sanitarios. La luz va más allá de la iluminación y se convierte en epicentro de innovaciones que son fundamentales para lograr dimensiones relativas al CONFORT, la SOSTENIBILIDAD, la CONNECTIVIDAD, la ANALÍTICA DE DATOS y la DESINFECCIÓN DE ESPACIOS.
CONFORT Y SALUD
En las infraestructuras sanitarias, el confort va más allá de la idea de bienestar para convertirse en una herramienta fundamental para mejorar procesos de curación.
La mejora de los rendimientos de productividad en espacios de trabajo está bien descrita y estudiada dado que ha quedado demostrado que la iluminación tiene efectos emocionales y biológicos en las personas. Su aplicación es importante también en espacios de salud si tenemos en cuenta todos los profesionales que trabajan en edificios hospitalarios y sanitarios. Pero en el campo de la salud, la iluminación va más allá del confort: es un vector de bienestar para los pacientes que puede reducir y acortar tiempos de hospitalización, lo que se traduce en un mejor cuidado a los pacientes y también en un descenso de los recursos dedicados por cada paciente hospitalizado.
No solo permite acortar tiempos de hospitalización. En pacientes ingresados durante largos periodos en Unidades de Cuidados Intensivos, el cuidado de la iluminación junto a otros aspectos, puede hacer decrecer las posibilidades de padecer el llamado síndrome Post-Cuidados Intensivos (SPCI).
Para conseguir este confort es fundamental un diseño de la iluminación centrada en el ser humano, y en este caso en los pacientes. Las nuevas tecnologías de iluminación permiten un control constante y progresivo de la temperatura de color y los niveles de iluminación para adecuarse a los ritmos biológicos humanos o ritmos circadianos y conseguir estancias que simulan los ritmos de la luz natural.
SOSTENIBILIDAD
Disminuir el consumo eléctrico sigue siendo una de las asignaturas pendientes de muchos centros sanitarios. En la agenda de todos los centros sanitarios debería estar el ahorro energético para poder disminuir la huella ambiental y poder dirigirse hacia infraestructuras de consumo prácticamente nulo.
La iluminación representa una proporción importante de este reto energético. La sustitución de bombillas incandescentes por tecnología LED puede reducir a la mitad el consumo de energía y alcanzar hasta un 80% implementando sistemas de control de la iluminación.
A parte del ahorro energético, cada vez toma más relevancia lo que se conoce como iluminación circular, un modelo que reduce la presión sobre el medio ambiente.
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