La necesidad de humidificación del aire en hospitales
Mantener una tasa de humidificación del aire entre el 40 % y el 60 % de HR es fundamental no solo para el funcionamiento de los quirófanos y las máquinas, sino también para los pacientes y el personal del hospital.
Los efectos del aire seco
En el interior, nos enfrentamos a un volumen limitado de suministro de aire que compartimos entre todos para nuestras necesidades de respiración. En hospitales existe en numerosas áreas un mayor riesgo de lo que se conoce como infección nosocomial, es decir, una enfermedad adquirida en un hospital. A estas infecciones se les llama comúnmente IH o "infecciones hospitalarias". Para mantener bajo el riesgo de infección, hay que tratar el aire ambiental. Hay que acondicionarlo de tal manera que, en términos prácticos, los patógenos no tengan posibilidad de sobrevivir. Para lograr unas condiciones de interior óptimas se requiere la implementación de la temperatura deseada y un nivel de humedad relativa de entre el 40 y el 60 %. Por consiguiente, el aire externo que se aspira se deberá humidificar o deshumidificar en un sistema de acondicionamiento de aire centralizado sea cual sea la época del año
Se pueden utilizar varias tecnologías para garantizar la humidificación del aire: vapor que garantiza una humedad 100% higiénica y/o refrigeración adiabática.
Humidificación del aire con vapor
La higiene es una prioridad absoluta en los hospitales. Los humidificadores de vapor eléctricos generan una humedad del aire atmosférico absolutamente libre de gérmenes, ya que el agua utilizada se calienta a temperaturas de 100 °C, algo que no puede soportar ningún germen o agente que causa enfermedades. Por esta razón, se puede utilizar agua sin minerales o normal de grifo y no se requiere un procesamiento especial. Los humidificadores de aire por vapor se pueden integrar en cualquier sistema de aire acondicionado central existente o, en la mayoría de las cosas, se pueden readaptar.
Humidificación adiabática
La introducción de agua atomizada en el flujo de aire se denomina humidificación adiabática. Adiabático significa literalmente: sin intercambio de calor con el medio ambiente, pero con un aumento en el contenido de calor (entalpía) del aire de suministro. En un proceso adiabático, por tanto, no hay transferencia de calor, pero hay calor latente. En la humidificación adiabática, la compresión provoca el calentamiento y la expansión provoca el enfriamiento. Esto conduce a un considerable ahorro de energía eléctrica y, en última instancia, a una reducción de CO2 en el lado de la producción. Existen diferentes principios de humidificación adiabática, como atomización de alta presión, atomización de baja presión (híbrida), atomización ultrasónica, humidificación por aspersión. Dado que la atomización tiene lugar a bajas temperaturas, no todos los principios de humidificación adiabática son adecuados para todas las aplicaciones. Especialmente para residencias de ancianos y hospitales, se debe garantizar que la humidificación del aire esté 100% libre de microorganismos y bacterias.
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