Luz y nuevas tecnologías al cuidado de la salud.
Lledó Grupo recalca, en este artículo, la importancia de una iluminación eficiente para el bienestar del paciente, cumpliendo los requisitos de durabilidad, capacidad de adaptación y eficacia energética
Luz y nuevas tecnologías al cuidado de la salud.
Las personas necesitan sentirse en buenas manos y bien atendidos, y no únicamente en el sentido médico. La iluminación puede contribuir a ello de forma decisiva a través de una luz equilibrada y adaptada a cada una de las necesidades.
Para ello es importante concebir la iluminación como elemento integrante del espacio, tratando con especial sensibilidad las necesidades luminotécnicas de las personas sean pacientes o empleados.
Una iluminación eficiente aporta salud y bienestar, la calidad de vida en el entorno laboral y la mejora en la satisfacción de sus empleados y visitantes son aspectos que adquieren gran consideración.
Desde el punto de vista energético y medioambiental, podemos destacar que aunque el peso específico de la iluminación respecto al consumo total de energía de un Hospital o centro de asistencia primaria, varía entre un 20% y un 30%, hay que resaltar que el consumo en iluminación de este sector es de unos 1000 GWh/año, lo que representa el 0,6% del consumo eléctrico nacional y es responsable de la emisión a la atmósfera de unas 600.000 toneladas de CO2/año.
La iluminación en la sanidad, en constante evolución
Con el propósito de satisfacer las necesidades y requerimientos planteados ante tales retos existen un gran número de sistemas de iluminación pensados para cumplir con todos los requisitos de durabilidad, integración y eficiencia en este tipo de instalaciones clasificadas de alto nivel de ocupación, veinticuatro horas al día durante los trescientos sesenta y cinco días que tiene un año.
Estos sistemas de iluminación deben reunir los siguientes requisitos:
Durabilidad de los productos:
La renovación pasa por el desarrollo de nuevos productos LED, transformando sus procesos productivos para la obtención de los mejores sistemas de iluminación con el objetivo de conseguir la máxima consistencia de color y el más alto flujo luminoso.
Áreas de tránsito, consultas, gimnasios, habitaciones, salas de curas.... En cada una de ellas es necesario crear parámetros de confort visual en función de las áreas de tarea y el trabajo cualificado que el personal sanitario tuviera que realizar. Los sistemas de iluminación, correctamente desarrollados, ayudan a una pronta recuperación de los enfermos y la mejora de las tareas a realizar por el personal.
Capacidad de adaptación de la luz a las necesidades del momento.
Una vez seleccionada la aplicación hacia la que va dirigida el producto final es de obligatorio cumplimiento diseñar o estudiar no sólo los factores propios de la tecnología LED, sino el ambiente donde será instalado, ya que será factor clave para que los parámetros declarados de uso sean compatibles.
Eficacia energética.
Se trata de buscar la calidad de los diseños y de los productos, dentro de un contexto de respeto al entorno medioambiental y buscando además la implantación de soluciones de iluminación con alta eficiencia energética.
El ahorro energético de los productos LED puede alcanzar ratios de hasta el 80% de ahorro en la potencia instalada obteniendo por ello instalaciones técnicamente eficientes y con unos costes de explotación definitivamente reducidos. Hoy en día vemos que la sustitución de productos técnicamente eficientes por productos LED de más alta eficiencia es la tónica general.
Como ejemplo, podemos destacar la iluminación de las áreas de tránsito (pasillos, hall de acceso, etc.): el consumo medio de los aparatos de iluminación, de unos 70 W, se reduce hasta los 18 W con productos LED de alta eficiencia (HE), obteniendo hasta un 80% menos de consumo en sus más de 15 años de vida útil.
El estudio detallado de cada área, en función de los usuarios y en combinación con la actividad que se realiza, hace que las instalaciones dispongan de la dotación luminotécnica necesaria para que la actividad se realice con seguridad y total normalidad.
Se propone un mimetismo con el entorno, es decir, sistemas de iluminación que pasen desapercibidos al observador, haciendo que cada sistema de iluminación sea lo más natural posible, recreando la luz natural.
Dichos sistemas pueden estar automatizados con centros de gestión lumínica centralizados para que se adapten los niveles de iluminación en función de la luz natural que entre a través de los grandes ventanales.
La adaptación de la luz hace que las personas, de una forma inconsciente, tengan la sensación de no estar en un estancias donde lo artificial esta tan latente.
Reducir el tiempo de recuperación del paciente, adaptar los sistemas de iluminación a la hora del día e integrar soluciones ergoeficientes para el personal y los usuarios. Estos son los nuevos conceptos desarrollados para que las personas sean capaces de autogestionar mejor los espacios arquitecturales de forma más eficiente y confortable.
Redacción: Responsable de Comunicación Lledó Grupo. Fuentes: Fenercom, Idae, SIEE - Solución Integral de Eficiencia Energética de Lledó
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