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Hablar de la Sanidad en España es arriesgarse a descubrir una realidad totalmente insatisfactoria, cuando no trágicamente negativa. Si, dentro de la Sanidad, nos centramos en los hospitales, las aglomeraciones, condiciones insalubres, deficiencias estructurales, malas condiciones de seguridad y un largo etcétera de inconvenientes, se convierten en moneda de cambio habitual. Cuando estos inconvenientes se convierten en graves riesgos para la vida de los miles de personas que se encuentran en el interior de estos edificios, es el momento de acometer las medidas necesarias para frenar y solucionar tan inaceptable situación. Uno de los mayores riesgos que pueden afectar a un hospital es el de incendio. El último siniestro de este tipo tuvo lugar el pasado día 16 de abril cuando un hospital gaditano ardió al parecer por un cortocircuito. En esta ocasión todos los pacientes y personal trabajador pudo ser evacuado a tiempo, pero ¿y cuando no se puede? La reciente aprobación de la Norma Básica de la Edificación. Condiciones de Protección contra Incendios (NBE-CPI91) trae un poco de luz a tan oscuro problema con una serie de obligaciones que todos los hospitales deberán cumplir. Sólo queda esperar que lo hagan y que la prevención sea la principal arma para luchar contra el peligro. Para comenzar con esta política de prevención ante los riesgos, Cuadernos de Seguridad dedica la sección En Portada al análisis de la Seguridad en los Centros Hospitalarios. Para acometer esta tarea contará con la colaboración de diversos expertos que propondrán soluciones y alternativas útiles para el sector y, sobre todo, necesarias para los pacientes.

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