Retos y desafíos en el futuro diseño sanitario
La crisis sanitaria causada por la pandemia de la COVID-19 mostró cuáles eran las deficiencias del diseño hospitalario en todo el mundo. Por este motivo Tarkett, observó la necesidad de investigar los retos y desafíos del sector y cómo deben evolucionar los hospitales para ofrecer un mejor servicio a los pacientes y su familia, al personal médico y a la sociedad.
En primer lugar Tarkett abordó una amplia investigación sobre las mejores prácticas de diseño. Para completar el análisis, reunió un panel de doce expertos internacionales que debatieron los aspectos más relevantes del panorama sanitario mundial.
El resultado es un Libro Blanco de 70 páginas que hace patente la necesidad de involucrar equipos multidisciplinares en el diseño hospitalario para ofrecer un mejor servicio a los pacientes y sus familias, incrementar la eficiencia y bienestar del personal médico y conseguir centros hospitalarios flexibles y sostenibles.
Integrar la dimensión emocional en el diseño hospitalario
El envejecimiento de la población y el incremento de las enfermedades crónicas conducirá a una demanda creciente de asistencia sanitaria. Por lo que el Hospital del Futuro tendrá que optimizar el tiempo de atención médica y estar mejor preparado para las emergencias a gran escala.
Teniendo en cuenta entones que la hospitalización puede ser estresante e incluso traumática, la investigación apunta cómo integrar la dimensión emocional en el diseño hospitalario puede mejorar la experiencia del paciente y reducir la estancia en el centro médico. Para ello es necesario proyectar espacios de encuentro en el que los hospitalizados puedan reunirse con su familia y amigos manteniendo la privacidad.
Por otro lado, los expertos señalan que centros sanitarios deben cubrir las necesidades de descanso de su personal, unos trabajadores que están sometidos a gran presión. Contar con espacios tranquilos y despejados, con suficiente intimidad, pueden constituir un factor importante en la estabilidad emocional de todos los que participan en la prestación de atención médica.
Preparados para las pandemias futuras
Una de las lecciones clave de la situación derivada de la pandemia de la COVID-19 es que el ecosistema sanitario necesita ser capaz de cumplir su misión en cualquiera de los contextos.
Prever escenarios tan insólitos e inesperados como el que hemos vivido a la hora de planificar las instalaciones hospitalarias no es necesariamente la respuesta. Los expertos apuntan a la optimización y flexibilidad como claves a la hora de diseñar un hospital. Así, los espacios pueden cambiar de forma ágil su configuración para asimilar, por ejemplo, una afluencia repentina y masiva de pacientes sin poner en riesgo la continuidad del servicio.
Otro de los retos es establecer centros seguros, que controlen mejor el riesgo de infección. Elegir materiales suaves, impermeables y fáciles de limpiar puede ayudar a frenar el contagio.
Utilizar la tecnología para mejorar el patient journey
La adopción de las tecnologías sanitarias digitales es una oportunidad para, por un lado, liberar recursos hospitalarios, apoyándose en la consulta a distancia y, por otro, repensar el recorrido del paciente una vez que llega al centro médico.
La digitalización puede mejorar la fluidez de los procedimientos de atención al paciente, reducir la carga administrativa y mejorar la productividad, dando la oportunidad al personal sanitario de centrarse en la dimensión humana de su trabajo. Pero también puede conseguir un importante ahorro de costes de mantenimiento.
En este sentido, los expertos consideran que el Hospital del Futuro tendrá un Gemelo Digital, una réplica virtual que simula situaciones reales para predecir cómo funcionarían los procesos. Esta tecnología permitiría detectar de forma anticipada la necesidad de sustituir equipamiento, la degradación de materiales, los cambios en la calidad del aire o distorsiones en el consumo de energía de los edificios. Una información de gran valor a la hora de plantear mejoras en el rendimiento y eficacia de las instalaciones sanitarias y contener la inversión en mantenimiento.
La pandemia actual ha puesto de relieve la importancia de acelerar la transformación de nuestros sistemas sanitarios hacia un enfoque centrado en las personas, multidimensional y multidisciplinar. Analizar y repensar los espacios hospitalarios puede contribuir a la transición desde un modelo tecnocéntrico a uno basado en la experiencia positiva tanto de los pacientes como del personal médico.
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