Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal
Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal: más que un hospital
Ante la situación socio-sanitaria sucedida durante la primavera del presente año, la Comunidad de Madrid a través del Servicio Madrileño de Salud proponen diferentes actuaciones de cara al control de la pandemia y a la prestación urgente de servicios asistenciales.
Para hablar de este proyecto es necesario hacer un inciso, y empezar nombrando al Hospital de Ifema. Este proyecto, de carácter temporal, permitió dar la cobertura sanitaria apropiada a enfermos leves y moderados afectados por el coronavirus. La propuesta radicaba en la sencillez de la organización, basada en el cardo y decumano de un campamento romano, y en la incorporación de elementos como la escala, la altura o la circulación de aire al propio diseño, convirtiendo un espacio de exposiciones temporales en un Hospital.
El Hospital de Emergencias Enfermera Isabel Zendal hereda este testigo. Ante la planificación por dotar a más largo plazo el servicio infraestructural contra las consiguientes olas de actuación del virus, se propone la construcción de un Hospital, que en su génesis, actúa más como una gran nave para dar cabida a los diferentes usos asistenciales y que a su vez, se rodea de infraestructuras complementarias, tales como un Almacén de Suministros y un Edificio de Administración, conectados todos entre sí, mediante una gran plaza pública.
La concepción de este edificio pasa por seguir los principios fundamentales que funcionaron en Ifema. Primero, frente al diseño hospitalario más convencional, el proyecto se muestra con una estructura más propia de un hangar, facilitando no solo la ejecución, sino también alumbrando el propio espacio como una gran logia diáfana, permitiendo que los diferentes servicios hospitalarios se sucedan de forma secuencial a la vez que el diseño abre la puerta para una futura adaptación a otros usos sin perjuicio de la propia edificación. El complejo hospitalario se dispone en tres pabellones que respiran entre sí mediante patios y zonas comunes, haciendo mayor hincapié en la capacidad híbrida del propio edificio. Desde la calle el conjunto muestra un perfil bajo, adaptándose a sus necesidades excepcionales, pero también mostrándose como un elemento ligero sin intención de predominar sobre otros hitos urbanos apreciables en la zona. La fachada, conformada mediante paneles metálicos, organiza un ritmo visual que dialoga con la propia estructura y según la incidencia del sol, desprende unos tonos más claros u oscuros.
El Hospital, propone una organización programática basada en la clara diferenciación de usos. Cada pabellón incorpora dos bandas de programa complementario y técnico en las partes norte y sur, quedando centrado el principal espacio asistencial, donde tienen lugar los módulos de enfermería, cuidados intermedios y UCI. Esta planificación no solo responde a un estudio detallado de las interacciones profesionales que se producen dentro de un hospital, sino también al propio proyecto de circulaciones, identificando con claridad los recorridos de sucio y limpio que son el eje vertebrador del Proyecto de Arquitectura. Sobre la planta principal, se añade una entreplanta, coincidente en dimensiones con las bandas anteriormente mencionadas, donde tienen lugar los usos administrativos y de residencia profesional, como habitaciones para profesionales. De esta forma cada pabellón funciona individualmente como un “edificio máquina” capacitado para responder ante las demandas aquí planteadas. La ventaja de la altura no solo actúa como un “antivirus” frente a la amenaza de la infección, siendo un motor natural de renovación de aire, sino también hace posible el encaje de los equipos mecánicos y de climatización, que cuelgan de la estructura de cubierta.
El edificio, no solo a la hora de satisfacer las necesidades programáticas sino por la propia concepción de su construcción, habilita un sótano común a todo el complejo. Esta planta es pensada como un futuro aparcamiento a la vez que en ella se recogen la mayoría de espacios de instalaciones y conexiones con el resto de edificaciones que integran el conjunto, como por ejemplo con el recién habilitado Instituto de Medicina Legal.
A la hora de abordar este proyecto es conveniente enunciar la envergadura del proyecto técnico que involucra a todos los agentes de la construcción. El complejo descansa sobre una gran galería de hormigón, previamente ejecutada como parte del proyecto de Ciudad de la Justicia, lo que obligó a un esfuerzo estructural mayor, donde parte del edificio descansa sobre la citada estructura. En esta línea, la posibilidad de ejecutar el proyecto en un breve periodo de tiempo, obliga a una coordinación inédita entre todas las partes para conjugar una respuesta común y que a día de hoy, se muestra construida dentro de los mayores estándares de calidad.
El Hospital Isabel Zendal es el fruto de la unión de esfuerzos interdisciplinares que durante cuatro meses han provisto a la Comunidad de Madrid de una infraestructura nueva con grandes posibilidades de adaptación para ofrecer en un corto plazo de tiempo una respuesta eficaz, donde el paciente se sitúa en el centro de la ecuación y por primera vez se concibe una tipología de este carácter como un elemento permanente que pueda coordinar las acciones comunes contra la pandemia de inmediato.
Fecha de finalización: 2020
Ubicación: España, Madrid
Autor del Proyecto: Estudio Chile 15 Arquitectos
Cliente: Servicio Madrileño de Salud
Diseño estructural: Qube Ingeniería
Diseño instalaciones: JG Ingenieros
Arquitecto técnico: Pedro Montes Barbero
Constructoras: Dragados, San José, Ferrovial y Fatecsa
Proveedores destacados: Gerflor (pavimentos)
Galería de imágenes:
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