Las exigencias de higiene, control y presupuesto de un hospital lo acaban convirtiendo en una caja cerrada separada del contexto y desconectada de la naturaleza.   En este caso el edificio para el programa público, como el restaurante, el centro de conferencias y la biblioteca de la MMC en Veldhoven, ha sido diseñado como un jardín cubierto con luz natural, una casa de cristal climatizada y rodeada de vegetación que compensa la orientación introvertida del resto del hospital.      

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