El área de pediatría del Hospital Central de Asturias ha sido designada por un estudio de ámbito nacional como el modelo que deben seguir los demás centros de España. El informe Curarte 2007, realizado por la Universidad de Salamanca, concluye que el hospital ovetense constituye un manifiesto a favor de unos servicios de hospitalización infantil de calidad, en los que los cuidados biosanitarios se compaginan con la atención a las necesidades psicosociales de los niños. Según el estudio, el centro materno infantil de Oviedo debería centrarse en difundir su modelo de cuidados pediátricos y dar a conocer las experiencias puestas en práctica, algunas de ellas pioneras en este campo. Y es que, a juicio de la Fundación Curarte -promotora de la investigación-, muy pocos hospitales del país cumplen adecuadamente las condiciones de atención a los pacientes más jóvenes. El proyecto Curarte, iniciativa reciente de la Universidad de Salamanca, la Complutense de Madrid y el Museo Pedagógico de Arte Infantil, busca la mejora de las condiciones de la atención psicosocial a los niños hospitalizados. En el caso del materno infantil de Oviedo, el informe subraya que es el único que ha desarrollado un plan integral de humanización del espacio de hospitalización pediátrica: ha adaptado el recinto a las particularidades de los niños, estrategia visible en los motivos que decoran las paredes o en la indumentaria del personal sanitario. Asimismo, el estudio destaca la buena coordinación entre el hospital y los servicios educativos para los niños enfermos y hospitalizados. Según el informe, el Central podría introducir algún tipo de mejora con el programa Curarte con el cole -potenciando la actividad de las aulas hospitalarias, para lo cual la Fundación ofrece apoyo financiero- y debería difundir las medidas aplicadas a través de la editorial Curarte. Para llegar a estas conclusiones, un equipo de investigación salmantino, liderado por la doctora Ana María Ullán, ha analizado la a

tención pediátrica de varios hospitales españoles, entre ellos el Miguel Servet (Zaragoza), el Gregorio Marañón (Madrid), el Valle de Hebrón (Barcelona) y el Virgen de la Macarena (Sevilla). El trabajo consistió en una observación detallada de las instalaciones, junto con entrevistas al personal hospitalario. El resultado se tradujo en un informe que, basado en un protocolo de mejora, determina posibles áreas de optimización en los diferentes centros. (La Nueva España)