El tijeretazo de la Generalitat afecta a casi 3.000 sanitarios
Desde que en abril el Hospital Plató de Barcelona anunciara el primer expediente de regulación de empleo (ERE) en el sector concertado, una decena de consorcios y corporaciones hospitalarias han seguido la estela del centro barcelonés, que ha aprobado despedir a 38 trabajadores, siendo la mayoría médicos, enfermeras y administrativos.
El expediente de Plató, planteado de entrada para despedir a medio centenar de empleados fijos, consiguió finalmente un acuerdo para prejubilar a cuatro empleados y no renovar cuatro contratos eventuales.
El Hospital del Mar, el de l`Esperança y los demás centros sociosanitarios y de salud mental dependientes del Parc Salut Mar de Barcelona lograron rehuir el expediente que amenazaba con despedir a 194 de los 3.200 empleados, aunque finalmente el consorcio suspenderá los contratos de 78 trabajadores de forma rotatoria durante 18 meses hasta diciembre de 2012.
El tijeretazo sanitario de la Generalitat amenaza actualmente la situación laboral de casi 3.000 sanitarios que trabajan en hospitales y centros de atención primaria (CAP) concertados catalanes, donde el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) ha impuesto recortes cercanos al 10 por ciento de su presupuesto, vinculados a la bajada de tarifas y contrato de la actividad.Después de que el Hospital Parc Taulí de Sabadell y el Consorcio Hospitalario de Vic evitaran despidos a cambio de sacrificios laborales a los empleados, el temor a suspensiones de jornada y empleo afecta ahora a 2.735 empleados, gran parte de los cuales se han ido ahora de vacaciones con el temor de si a su regreso tendrán trabajo, como ha manifestado a Europa Press la delegada de Primaria de UGT en Mútua de Terrassa, Dolors Cervelló.
De hecho, el expediente presentado por Mútua de Terrassa ante la Conselleria de Empresa y Empleo de la Generalitat, que debe dar su visto bueno, afecta a 146 empleados que según los términos del redactado actual deberían dejar de trabajar durante un año, mientras que 700 deberían reducir su jornada laboral, como máximo un 12,5%.
No obstante, la Corporación de Salud del Maresme y La Selva, que gestiona el Hospital de Calella y Blanes entre otros centros, ha presentado el ERE más grande en volumen actualmente en negociación, teniendo en cuenta que afectaría a 952 empleados.
De este casi millar de trabajadores, médicos, enfermeras, auxiliares, administrativos y demás, 857 podrían reducir hasta un 19% de su jornada, y 95 deberían dejar de trabajar hasta final de año, así como otros 95 deberían hacerlo durante todo 2012.
En negociación también se encuentra el ERE de 40 trabajadores --sobre 800-- del Consorcio Sanitario de l`Anoia, que gestiona el Hospital d`Igualada, el de 77 empleados presentado por el Centro Médico Delfos de Barcelona, donde trabajan 400, y el de 70 personas del Hospital de Sant Celoni, con una plantilla de 300.
El expediente de Plató, planteado de entrada para despedir a medio centenar de empleados fijos, consiguió finalmente un acuerdo para prejubilar a cuatro empleados y no renovar cuatro contratos eventuales.
El Hospital del Mar, el de l`Esperança y los demás centros sociosanitarios y de salud mental dependientes del Parc Salut Mar de Barcelona lograron rehuir el expediente que amenazaba con despedir a 194 de los 3.200 empleados, aunque finalmente el consorcio suspenderá los contratos de 78 trabajadores de forma rotatoria durante 18 meses hasta diciembre de 2012.
El tijeretazo sanitario de la Generalitat amenaza actualmente la situación laboral de casi 3.000 sanitarios que trabajan en hospitales y centros de atención primaria (CAP) concertados catalanes, donde el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) ha impuesto recortes cercanos al 10 por ciento de su presupuesto, vinculados a la bajada de tarifas y contrato de la actividad.Después de que el Hospital Parc Taulí de Sabadell y el Consorcio Hospitalario de Vic evitaran despidos a cambio de sacrificios laborales a los empleados, el temor a suspensiones de jornada y empleo afecta ahora a 2.735 empleados, gran parte de los cuales se han ido ahora de vacaciones con el temor de si a su regreso tendrán trabajo, como ha manifestado a Europa Press la delegada de Primaria de UGT en Mútua de Terrassa, Dolors Cervelló.
De hecho, el expediente presentado por Mútua de Terrassa ante la Conselleria de Empresa y Empleo de la Generalitat, que debe dar su visto bueno, afecta a 146 empleados que según los términos del redactado actual deberían dejar de trabajar durante un año, mientras que 700 deberían reducir su jornada laboral, como máximo un 12,5%.
No obstante, la Corporación de Salud del Maresme y La Selva, que gestiona el Hospital de Calella y Blanes entre otros centros, ha presentado el ERE más grande en volumen actualmente en negociación, teniendo en cuenta que afectaría a 952 empleados.
De este casi millar de trabajadores, médicos, enfermeras, auxiliares, administrativos y demás, 857 podrían reducir hasta un 19% de su jornada, y 95 deberían dejar de trabajar hasta final de año, así como otros 95 deberían hacerlo durante todo 2012.
En negociación también se encuentra el ERE de 40 trabajadores --sobre 800-- del Consorcio Sanitario de l`Anoia, que gestiona el Hospital d`Igualada, el de 77 empleados presentado por el Centro Médico Delfos de Barcelona, donde trabajan 400, y el de 70 personas del Hospital de Sant Celoni, con una plantilla de 300.
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