En el nuevo hospital algunas mujeres podrán dar a luz bajo el agua

10/04/2012
Servicios Hospitalarios Noticias En el nuevo hospital algunas mujeres podrán dar a luz bajo el agua

¿Qué pueden decidir ahora las mujeres en el parto que hasta hace poco no podían?
El parto es un acontecimiento festivo que no está libre de riesgo. Hace un siglo y medio la principal prueba que debía superar cualquier persona era el nacimiento y se hospitalizó por seguridad. En Ibiza, aunque dependemos de una infraestructura como el nuevo hospital para seguir todas las recomendaciones, se está mejorando. Se permite participar más a la mujer. Para esto hay que cambiar la actitud de los profesionales. Tenemos limitaciones arquitectónicas. No tenemos monitores telemétricos ni salas de dilatación individuales.

—¿Qué piden?
—Casi siempre son consideraciones generales. Que no se ponga medicación, se tome una vía o se realice un enema si no es necesario. Suelen ser correctos porque las matronas ya las han guiado. Se les contesta detallando qué hay en el paritorio. La episiotomía ha bajado de un 60 a 30 por ciento de los partos, aunque tiene que bajar más y las mujeres pueden tener acompañante siempre que no interfiera en la asistencia a otra paciente, es decir, que no haya otra mujer dilatando.

—¿Y si piden parir en el agua?
—Las mujeres llegan sabiendo qué se van a encontrar. Conocen que el paritorio, aunque dotado con la última tecnología, no tiene bañera. Para eso las matronas son un puntal básico. En el nuevo hospital, si no hay contraindicaciones ni se compromete la salud de la madre ni la del niño, podrán parir bajo el agua. También podrán optar por sistemas de control del dolor nuevos, como el óxido nitroso, muy usado en el mundo anglosajón.

—¿Eso no es el gas de la risa?
—Sí, da euforia y se controla muy bien. La epidural se aplica en un 60 por ciento de las mujeres, pero muchas, que se han preparado previamente, optan por vivir intensamente el parto.

—¿Qué más cambiará con el nuevo hospital?
—El control de la dilatación será por telemetría. Se escucha el latido del niño desde un control y las madres pueden caminar. Tendrán más intimidad porque cada una dispondrá de su propia sala de dilatación. Todo se hará en su propia habitación. Tendremos camas que se convierten en camas de exploración para el parto. Habrá un quirófano de cesárea en el paritorio. Ginecología es la especialidad en la que hay que actuar de forma más rápida. Ahora, si la cesárea es urgente, los quirófanos están a distancia. Habrá más comodidad, pero no más personal, se sacará el máximo partido al que hay.




Es un enfoque nuevo de la asistencia al parto hospitalario tal y como hace tiempo pedían profesionales, asociaciones de mujeres, pacientes y matronas.

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