Europa tendrá en el 2015 un sistema único de salud electrónica
Europa tendrá en el 2015 un sistema único de salud electrónica, según han anunciado la vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de la Agenda Digital, Neelie Kroes, y la ministra española de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez.
Hacia el 2015, los médicos de cualquier hospital público de los países de la Unión Europea (UE), de Suecia por ejemplo, podrán acceder desde su ordenador a la historia clínica de pacientes que viven y son atendidos en España u otro estado de la UE. En ese momento, todos los países del ámbito comunitario intercambiarán sus datos sanitarios y funcionarán como un único mercado de salud electrónica, un entorno de 501 millones de ciudadanos, con indudable atractivo para los gobiernos, la industria tecnológica, el sector financiero y los científicos.
Los promotores de esta iniciativa pretenden que también resulte beneficiosa para los individuos que, en principio, podrán conocer más de una opinión diagnóstica cuando, de acuerdo con sus médicos, así lo crean conveniente.
El proyecto fue presentado ayer en Barcelona por Neelie Kroes, comisaria europea de la Agenda Digital, que, junto a la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, y otros 15 ministros de salud inauguraron el encuentro de alto nivel e-Health, organizado con motivo de la presidencia española de la UE. «Estoy convencida de que si no nos adaptamos a una red europea de sanidad digital nuestros sistemas de salud no podrán funcionar dentro de poco –dijo Kroes–. Y nos será difícil explicar por qué no nos hemos preparado para el nuevo mercado».
Se inaugura en Barcelona la Conferencia Ministerial e-Health 2010, con motivo de la presidencia española de la UEHa remarcado que Europa es líder en sanidad y en sanidad electrónica, aunque otras partes del mundo intenten ocupar esta posición, que habrá que defender, y que tras alcanzar un mercado único, "hay que tener un mercado único para la salud europea con las nuevas tecnologías, porque los ciudadanos lo esperan, las finanzas lo demandan y más que nunca se necesitan trabajos de alta calidad y los servicios que aportan estas tecnologías".
Para implementar la Salud Digital en Europa se ha firmado una declaración que contempla un compromiso político y estratégico para utilizar la e-Health como un instrumento para plantear objetivos y prioridades de la asistencia sanitaria a nivel europeo y nacional "que marca una nueva era", y es la lista de tareas de lo que hay que hacer para superar los obstáculos.
Según Neelie Kroes, lo que hay que mejorar es la legislación para unificar cuestiones relativas a la sanidad digital y hablar de aspectos como privacidad y transparencia y poner en marcha estrategias comunes de identificación y acceso a los pacientes y a los datos personales.
El intercambio de información biomédica y diagnóstica no será gratis, puntualizó la ministra Jiménez, que dejó constancia del punto incipiente en que se encuentra el proyecto. «Antes de que esto funcione, cada país de la UE tiene que completar su desarrollo digital, y algunos apenas lo han iniciado –dijo Jiménez–. No está decidido, por ejemplo, qué información de salud se vuelca en la red». Un paso previo a la circulación europea de los archivos que contendrán la salud de los ciudadanos será conseguir que eso mismo suceda en el interior de cada país. La ministra aseguró que antes de que acabe el 2010 la tarjeta sanitaria individual (TSI) que expide cada comunidad autónoma podrá ser utilizada sin mayor problema desde cualquier punto del territorio español, sea o no el de residencia del titular. Esta circulación interna de pacientes no está resuelta. Hasta ahora, ha sido motivo de fricción económica entre las comunidades más receptoras de pacientes ajenos y las que los remiten.
Hacia el 2015, los médicos de cualquier hospital público de los países de la Unión Europea (UE), de Suecia por ejemplo, podrán acceder desde su ordenador a la historia clínica de pacientes que viven y son atendidos en España u otro estado de la UE. En ese momento, todos los países del ámbito comunitario intercambiarán sus datos sanitarios y funcionarán como un único mercado de salud electrónica, un entorno de 501 millones de ciudadanos, con indudable atractivo para los gobiernos, la industria tecnológica, el sector financiero y los científicos.
Los promotores de esta iniciativa pretenden que también resulte beneficiosa para los individuos que, en principio, podrán conocer más de una opinión diagnóstica cuando, de acuerdo con sus médicos, así lo crean conveniente.
El proyecto fue presentado ayer en Barcelona por Neelie Kroes, comisaria europea de la Agenda Digital, que, junto a la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, y otros 15 ministros de salud inauguraron el encuentro de alto nivel e-Health, organizado con motivo de la presidencia española de la UE. «Estoy convencida de que si no nos adaptamos a una red europea de sanidad digital nuestros sistemas de salud no podrán funcionar dentro de poco –dijo Kroes–. Y nos será difícil explicar por qué no nos hemos preparado para el nuevo mercado».
Se inaugura en Barcelona la Conferencia Ministerial e-Health 2010, con motivo de la presidencia española de la UEHa remarcado que Europa es líder en sanidad y en sanidad electrónica, aunque otras partes del mundo intenten ocupar esta posición, que habrá que defender, y que tras alcanzar un mercado único, "hay que tener un mercado único para la salud europea con las nuevas tecnologías, porque los ciudadanos lo esperan, las finanzas lo demandan y más que nunca se necesitan trabajos de alta calidad y los servicios que aportan estas tecnologías".
Para implementar la Salud Digital en Europa se ha firmado una declaración que contempla un compromiso político y estratégico para utilizar la e-Health como un instrumento para plantear objetivos y prioridades de la asistencia sanitaria a nivel europeo y nacional "que marca una nueva era", y es la lista de tareas de lo que hay que hacer para superar los obstáculos.
Según Neelie Kroes, lo que hay que mejorar es la legislación para unificar cuestiones relativas a la sanidad digital y hablar de aspectos como privacidad y transparencia y poner en marcha estrategias comunes de identificación y acceso a los pacientes y a los datos personales.
El intercambio de información biomédica y diagnóstica no será gratis, puntualizó la ministra Jiménez, que dejó constancia del punto incipiente en que se encuentra el proyecto. «Antes de que esto funcione, cada país de la UE tiene que completar su desarrollo digital, y algunos apenas lo han iniciado –dijo Jiménez–. No está decidido, por ejemplo, qué información de salud se vuelca en la red». Un paso previo a la circulación europea de los archivos que contendrán la salud de los ciudadanos será conseguir que eso mismo suceda en el interior de cada país. La ministra aseguró que antes de que acabe el 2010 la tarjeta sanitaria individual (TSI) que expide cada comunidad autónoma podrá ser utilizada sin mayor problema desde cualquier punto del territorio español, sea o no el de residencia del titular. Esta circulación interna de pacientes no está resuelta. Hasta ahora, ha sido motivo de fricción económica entre las comunidades más receptoras de pacientes ajenos y las que los remiten.
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