El plan de recortes en la sanidad catalana se ha visto aplazado temporalmente hasta que pasen las elecciones del 22-M. El Gobierno catalán había anunciado su determinación de concretar el tijeretazo. Sin embargo, la insistente movilización de los profesionales de la salud en defensa de la sanidad pública ha obligado a Artur Mas a su aplazamiento debido al desgaste que le está provocando y que podría costar muchos votos a CiU en las próximas elecciones municipales.

El ya conocido tijeretazo a la sanidad del president Artur Mas supondría una reducción presupuestario de alrededor del 10% y que este afectaría a todos los departamentos.
La decisión de aplazar la presentación pública en los planes de recorte sanitario ha supuesto una nueva oportunidad en la negociación con los responsables del sector que tras las protestas multitudinarias en las últimas semanas contra los recortes en la sanidad pública han tenido un efecto positivo en los planes del Gobierno. De hecho, el Ejecutivo catalán ha planteado por primera vez la posibilidad de que el recorte quede sensiblemente por debajo del 10% anunciado. Prueba de ello es que el portavoz Francesc Homs admitió que, más allá del 6%, la calidad del servicio se vería afectada y que es necesario más tiempo para negociar.
Este aplazamiento se debe a la insistente movilización de los profesionales de la salud en defensa de la sanidad pública