La reorganización de los estudios de enfermería dejará el curso 2012-2013 sin nuevos graduados
Los estudios de enfermería crecen un año y se convierten en un grado con el plan Bolonia. Así que en el curso 2012-2013 no saldrán nuevos profesionales de las escuelas. Será un año sin enfermeras. O casi, porque algunos centros universitarios han retrasado la aplicación del nuevo plan. Como mucho, según las previsiones del Institut d`Estudis de la Salut (IES), contarán apenas con el 25-35% de lo normal.
La situación en estos momentos no es apurada, como hace unos años. Hay enfermeras y enfermeros para atender las plazas ofertadas, pero la dirección que está tomando la asistencia sanitaria se basa en un creciente papel de la enfermera. "Y entonces la situación será más difícil", reconoce el director del IES. el doctor Mateu Huguet.
El modelo español mantiene una proporción de un médico por cada enfermera, o 1,2. El modelo británico y el prevalente en los países nórdicos es de un médico por cada 2,5 enfermeras. "De momento notamos menos la falta de enfermeras que la de médicos, pero la tendencia nos llevará a un problema mayor", explica el doctor Huguet.
Actualmente la carencia se nota especialmente en los periodos de vacaciones. Hay empresas que roban profesionales de otras comunidades autónomas –mucho más que de otros países, como en cambio ocurre entre los médicos– ofreciéndoles el piso durante ese periodo.Faltan profesionales para cubrir suplencias y en unos años habrá más jubilaciones que incorporacionesLos planes sanitarios se concentran ahora en que la asistencia más próxima, la primaria, se acerque más al domicilio y que los enfermos crónicos, la principal diana de los próximos años, se descompensen menos, tengan menos crisis, sepan cuidarse mejor, vayan mucho menos a los hospitales (hoy protagonizan la mayoría de las urgencias atendidas en hospitales). Un gran esfuerzo de prevención que recaerá principalmente en las enfermeras. Luego, harán falta más.
Además, su papel que está en pleno crecimiento actualmente en muchos centros de primaria, aumentará en responsabilidades con el reconocimiento de las especialidades y con la formación de cuatro años.
Pero esa mayor demanda coincidirá en el tiempo con la llegada a la jubilación de una porción importante de las profesionales. Una gran parte de los colegiados catalanes tienen entre 50 y 55 años. Aunque según las previsiones demográficas del Consell de la Professió Infermera de Catalunya (CPIC) crecerá el número de colegiados en los próximos años, será tan poquito (por debajo del 2%), que casi no se podrá garantizar la reposición, y menos aún el aumento de demanda.
El último problema añadido es que el 66% de las plazas para estudiar enfermería son privadas y, al crecer un año la carrera, muchos estudiantes no podrán costearlo, y es previsible que baje el número de aspirantes.
¿Más escuelas? Nadie quiere encontrarse en unos años con el paro sanitario de los ochenta
La situación en estos momentos no es apurada, como hace unos años. Hay enfermeras y enfermeros para atender las plazas ofertadas, pero la dirección que está tomando la asistencia sanitaria se basa en un creciente papel de la enfermera. "Y entonces la situación será más difícil", reconoce el director del IES. el doctor Mateu Huguet.
El modelo español mantiene una proporción de un médico por cada enfermera, o 1,2. El modelo británico y el prevalente en los países nórdicos es de un médico por cada 2,5 enfermeras. "De momento notamos menos la falta de enfermeras que la de médicos, pero la tendencia nos llevará a un problema mayor", explica el doctor Huguet.
Actualmente la carencia se nota especialmente en los periodos de vacaciones. Hay empresas que roban profesionales de otras comunidades autónomas –mucho más que de otros países, como en cambio ocurre entre los médicos– ofreciéndoles el piso durante ese periodo.Faltan profesionales para cubrir suplencias y en unos años habrá más jubilaciones que incorporacionesLos planes sanitarios se concentran ahora en que la asistencia más próxima, la primaria, se acerque más al domicilio y que los enfermos crónicos, la principal diana de los próximos años, se descompensen menos, tengan menos crisis, sepan cuidarse mejor, vayan mucho menos a los hospitales (hoy protagonizan la mayoría de las urgencias atendidas en hospitales). Un gran esfuerzo de prevención que recaerá principalmente en las enfermeras. Luego, harán falta más.
Además, su papel que está en pleno crecimiento actualmente en muchos centros de primaria, aumentará en responsabilidades con el reconocimiento de las especialidades y con la formación de cuatro años.
Pero esa mayor demanda coincidirá en el tiempo con la llegada a la jubilación de una porción importante de las profesionales. Una gran parte de los colegiados catalanes tienen entre 50 y 55 años. Aunque según las previsiones demográficas del Consell de la Professió Infermera de Catalunya (CPIC) crecerá el número de colegiados en los próximos años, será tan poquito (por debajo del 2%), que casi no se podrá garantizar la reposición, y menos aún el aumento de demanda.
El último problema añadido es que el 66% de las plazas para estudiar enfermería son privadas y, al crecer un año la carrera, muchos estudiantes no podrán costearlo, y es previsible que baje el número de aspirantes.
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