Los recortes aplicados por la Generalitat en 2011 han hecho aumentar el 43,1% el número de personas en las listas de espera, que han pasado de 56.670 a 80.540. Es la peor cifra desde que en 2003 se pusiera en marcha el programa de choque para reducir las listas de espera diseñado por el hoy presidente de la Generalitat, Artur Mas y entonces consejero de economía del gobierno catalán .

A pesar de lo llamativo de estos datos, el actual consejero de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz, aseguró en rueda de prensa, que se trata de "un incremento asumible, achacable no sólo a los recortes, sino al envejecimiento general de la población". Según el consejero, "la demora solo se ha producido en los pacientes que podían esperar”. El 60% de los pacientes de cáncer han iniciado tratamiento antes de 30 días, dijo Ruiz, quien no dio opción a comentario alguno sorbe la decena de denuncias contra su consejería por fallecimientos achacados a los recortes y cierre de quirófanos. Del único error del cual si habló el consejero fue del desvío de unos 400 millones de euros en el presupuesto farmacéutico, una diferencia que achacó al Gobierno central.

En su comparecencia ante los medios, Boi Ruiz confirmó, además, la aprobación esta semana de la reforma de la gestión de las listas de espera, que hace más estrictas las condiciones que debe cumplir el enfermo para que el médico pueda incluirlo en ellas, lo que, según los detractores de la medida, dificultará el cálculo del tiempo real que permanece un paciente aguardando una intervención.
La Generalitat aprueba esta semana un nuevo sistema de gestión que hará más estrictas las condiciones para incorporarse a estas listas.