Políticos, profesionales y empresarios piden definir el copago antes de su aplicación
Cada cierto tiempo el tema del copago resurge con la fuerza del ave fénix para incorporarse a la agenda política. Al poco, sin embargo, vuelve al cajón de las propuestas a la espera de tiempos mejores... Pero las cosas han cambiado, y el debate abierto en los últimos meses tiene visos de quedarse definitivamente como respuesta a una crisis económica con consecuencias imprevisibles y amenaza directamente a la indiscutible joya de la corona española: el Sistema Nacional de Salud (SNS), cuya sostenibilidad financiera está en el aire. El problema es que después de décadas hablando de la posibilidad de establecer el copago nadie sabe muy bien de qué se está hablando.
Así lo indicaron ayer políticos, profesionales sanitarios y empresarios quienes pidieron al Gobierno que lidere el debate sobre el copago, en busca de una definición del mismo, para, a partir de ahí, posibilitar la toma de decisiones, o no. Así lo indicaron ayer Alberto Fidalgo, Julio Sánchez Fierro y Concepción Tarruella, miembros del PSOE, del PP y de CiU, respectivamente, en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados; Julio Zarzo, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen); Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería de España, y Margarita Alfonsel, secretaria general de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), en el transcurso del I Club de Debate de la Asociación de Informadores de Salud (Anis), España ante el reto de la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud.
Los participantes coincidieron en afirmar que el gran problema del debate sobre el copago es que, a día de hoy, nadie tiene muy claro de qué se está realmente hablando. "¿Qué es el copago?", preguntó Tarruella en un momento del debate en el que todos los participantes coincidían en la necesidad de introducir medidas de racionalización ante un sistema cada vez más insostenible. "¿De qué hablamos?, ¿del copago farmacéutico, de productos sanitarios?, ¿hablamos de establecer algún tipo de copago en el área de restauración de los hospitales, de establecer algún tipo de tasa para aquellos que hagan un mal uso del servicio de urgencias, o estamos hablando de establecer el copago para los turistas que aprovechan su estancia para hacerse un chequeo médico?, ¿cómo se aplicaría?, ¿a quiénes?". Son preguntas que no pudieron ser respondidas por ninguno de los asistentes, ni siquiera por sus propios compañeros de la Comisión de Sanidad, pese a llevar meses trabajando en la búsqueda del consenso para alcanzar el ansiado Pacto por la Sanidad.El copago abarca desde tickets para reducir las visitas al médico y un canon por el menú del hospital, hasta aplicar tasas a los turistas extranjeros o a los que hagan mal uso del servicio de urgencias El diputado socialista, Alberto Fidalgo, aseguró, por su parte, que a día de hoy el Ministerio de Sanidad ha rechazado el establecimiento del copago en el SNS (no así el Ministerio de Economía y Hacienda, que reconoció que se había estudiado en el Consejo de Ministros que dio luz verde al decreto de recortes), aunque también apostó por definir exactamente "qué es el copago" antes de proseguir si determinado grupo está a favor, o no, del copago.
Julio Sánchez Fierro (PP), por su parte, abogó por buscar otras fórmulas alternativas ya que cree que hay margen para implantar medidas que no afecten al bolsillo de los ciudadanos, que es el que sufraga con sus impuestos el SNS.
Esta opinión, sin embargo, no es compartida por algunos miembros de su partido. De hecho, el que fue hasta hace tres meses consejero de Sanidad de Madrid, Juan José Güemes, se mostró favorable a abrir el debate que en ese momento lideraba –y sigue haciéndolo– la consellera Marina Geli (PSC), ante la necesidad de racionalizar los recursos.
El problema de base, como explicó el doctor Zarzo, es que la sostenibilidad del sistema va más allá del copago –"¿hablamos de facturación en la sombra, de ticket moderador...?, preguntó, de nuevo sin respuesta–. A su juicio, hay que realizar un análisis "desapasionado" para establecer las bases de un nuevo SNS, igual de efectivo, pero más racional.
"Tenemos un SNS estupendo, pero no hay financiación suficiente", y en este punto, cree que el copago se terminará imponiendo, "aunque antes hay que definirlo", a la vez que se estudian otras medidas de racionalización.
El presidente del Col·legi Oficial de Metges de Barcelona, Miquel Vilardell, indicó que "antes de acometer la vía del copago deben revisarse otras cuestiones como los modelos organizativos, las guías de prácticas clínicas e incluso la propia cartera de servicios y el copago farmacéutico". Según Vilardell, "sólo si fracasan esas otras vías, se podría plantear el copago, y aun así es una medida que sólo sería viable si hubiese un consenso político que de momento no se vislumbra".
Así lo indicaron ayer políticos, profesionales sanitarios y empresarios quienes pidieron al Gobierno que lidere el debate sobre el copago, en busca de una definición del mismo, para, a partir de ahí, posibilitar la toma de decisiones, o no. Así lo indicaron ayer Alberto Fidalgo, Julio Sánchez Fierro y Concepción Tarruella, miembros del PSOE, del PP y de CiU, respectivamente, en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados; Julio Zarzo, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen); Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería de España, y Margarita Alfonsel, secretaria general de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), en el transcurso del I Club de Debate de la Asociación de Informadores de Salud (Anis), España ante el reto de la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud.
Los participantes coincidieron en afirmar que el gran problema del debate sobre el copago es que, a día de hoy, nadie tiene muy claro de qué se está realmente hablando. "¿Qué es el copago?", preguntó Tarruella en un momento del debate en el que todos los participantes coincidían en la necesidad de introducir medidas de racionalización ante un sistema cada vez más insostenible. "¿De qué hablamos?, ¿del copago farmacéutico, de productos sanitarios?, ¿hablamos de establecer algún tipo de copago en el área de restauración de los hospitales, de establecer algún tipo de tasa para aquellos que hagan un mal uso del servicio de urgencias, o estamos hablando de establecer el copago para los turistas que aprovechan su estancia para hacerse un chequeo médico?, ¿cómo se aplicaría?, ¿a quiénes?". Son preguntas que no pudieron ser respondidas por ninguno de los asistentes, ni siquiera por sus propios compañeros de la Comisión de Sanidad, pese a llevar meses trabajando en la búsqueda del consenso para alcanzar el ansiado Pacto por la Sanidad.El copago abarca desde tickets para reducir las visitas al médico y un canon por el menú del hospital, hasta aplicar tasas a los turistas extranjeros o a los que hagan mal uso del servicio de urgencias El diputado socialista, Alberto Fidalgo, aseguró, por su parte, que a día de hoy el Ministerio de Sanidad ha rechazado el establecimiento del copago en el SNS (no así el Ministerio de Economía y Hacienda, que reconoció que se había estudiado en el Consejo de Ministros que dio luz verde al decreto de recortes), aunque también apostó por definir exactamente "qué es el copago" antes de proseguir si determinado grupo está a favor, o no, del copago.
Julio Sánchez Fierro (PP), por su parte, abogó por buscar otras fórmulas alternativas ya que cree que hay margen para implantar medidas que no afecten al bolsillo de los ciudadanos, que es el que sufraga con sus impuestos el SNS.
Esta opinión, sin embargo, no es compartida por algunos miembros de su partido. De hecho, el que fue hasta hace tres meses consejero de Sanidad de Madrid, Juan José Güemes, se mostró favorable a abrir el debate que en ese momento lideraba –y sigue haciéndolo– la consellera Marina Geli (PSC), ante la necesidad de racionalizar los recursos.
El problema de base, como explicó el doctor Zarzo, es que la sostenibilidad del sistema va más allá del copago –"¿hablamos de facturación en la sombra, de ticket moderador...?, preguntó, de nuevo sin respuesta–. A su juicio, hay que realizar un análisis "desapasionado" para establecer las bases de un nuevo SNS, igual de efectivo, pero más racional.
"Tenemos un SNS estupendo, pero no hay financiación suficiente", y en este punto, cree que el copago se terminará imponiendo, "aunque antes hay que definirlo", a la vez que se estudian otras medidas de racionalización.
El presidente del Col·legi Oficial de Metges de Barcelona, Miquel Vilardell, indicó que "antes de acometer la vía del copago deben revisarse otras cuestiones como los modelos organizativos, las guías de prácticas clínicas e incluso la propia cartera de servicios y el copago farmacéutico". Según Vilardell, "sólo si fracasan esas otras vías, se podría plantear el copago, y aun así es una medida que sólo sería viable si hubiese un consenso político que de momento no se vislumbra".
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