La Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) pactaron el pasado martes con José Sócrates, presidente del Gobierno de Portugal, una serie de recortes a cambio del rescate económico de 78.000 millones de euros, sobretodo en sanidad y educación.

La UE exige a Portugal un recorte sanitario de 550 millones de euros reduciendo en un 10% las horas extra de los médicos y un mayor uso de fármacos genéricos.
En materia educativa, el recorte presupuestario se cifra en los 195 millones de euros. Para lograrlo sugieren medidas como la racionalización de la red social y la reducción de necesidades de personal.

Los funcionarios también se verán afectados por el recorte económico, sus salarios se congelarán hasta 2013 y se limitarán los nuevos contratos para reducir en un 1% el personal anual de la administración central y en un 2% el personal anual local y regional. Esto significa un total de 8.000 funcionarios menos al año.
Este programa de recuperación económica también prevé reducir las pensiones que sobrepasen los 1.500 euros para ahorrar 445 millones de euros. El resto de pensiones, excepto las más bajas, se congelarán en 2012.

Por otra parte, Portugal deberá aumentar los impuestos sobre el tabaco, los automóviles y la electricidad y Lisboa deberá privatizar por completo las compañías energéticas EDP y REN, así como la aerolínea TAP, que reportarán unos ingresos de 5.500 millones de euros.
Estos recortes son a cambio del rescate económico de 78.000 millones de euros por parte de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para hacer frente a su crisis de deuda