El Departamento de Salud quería evitar a toda costa que la mutua privada Aliança entrara en barrena. El primer capítulo va a resolverse favorablemente con la entrada del fondo sueco Capio en la gestión de los hospitales Sagrat Cor de Barcelona y Clínica del Vallès de Sabadell, ambos con unas pérdidas que sobrepasan los tres millones de euros. La segunda parte de la crisis pasa por que el Servicio Catalán de Salud (SCS) se asegure el cobro de 7,5 millones de euros que Aliança todavía le adeuda del total de 30 en que se cuantificó el agujero de la entidad, que motivó su intervención administrativa en 2002. Los gestores de la mutua, con Eduardo Spagnolo al frente, habían pedido a Salud retrasar el pago de este montante más allá del día de su vencimiento, el 31 de diciembre de este año. El SCS aceptará este requerimiento, pero a cambio de una serie de obligaciones legales que le garanticen el cobro.

Fuentes del Departamento de Salud comentaron que, por su parte, no ven ningún inconveniente en que Aliança posponga el abono de estos 7,5 millones de euros porque la mutua ha ido cumpliendo religiosamente con el resto de los plazos. La mayor parte de esta cantidad -21 millones- se sufragó con la cesión a Salud del hospital de Vic y de un ambulatorio en Tremp que gestionaba Aliança hasta 2006. Y el pasado verano, la mutua amortizó 2,5 millones de esta deuda y otra cantidad, sin especificar, correspondiente a un préstamo que le concedió Salud para poder hacer frente a una paga extra de 2009. Sin embargo, la precaria situación financiera en que se encuentra Aliança han obligado a sus gestores a pedir un aplazamiento de la deuda de 7,5 millones que aún mantiene. Salud lo aceptará, pero supeditado a la firma de un contrato que contenga compromisos específicos de su pago. "Lo que no podíamos hacer es que el nuevo Gobierno que va a salir de las elecciones se encontrara con este problema. Si se comprometen a pagar, nosotros aceptaremos un acuerdo", comentó una fuente oficial del departamento.
La mutua debía abonar 7,5 millones a la Generalitat antes de fin de año
Con la entrada de Capio en la gestión hospitalaria, Aliança percibirá 200 millones de euros en 30 años, es decir, algo más de 6,6 millones por año, lo que proporcionará un balón de oxígeno a sus cuentas para hacer frente a los números rojos. La mutua también se aseguraría un buen monto si finalmente pudiera vender los equipamientos sociosanitarios de Palau, para los que está buscando comprador. En este caso será más difícil encontrar candidatos, ya que la transacción será completa, con edificios incluidos, lo que supone un elevado precio.

El acuerdo con Capio pasa por el alquiler de edificios -al final ha quedado aparcada una posible opción de compra- y una inversión tecnológica de 15 millones de euros en tres años, que podría ascender a unos 30 en el futuro. El acuerdo también supone, en principio, el mantenimiento de los cerca de 1.500 profesionales que trabajan en Sagrat Cor y Clínica del Vallès. Representantes sindicales explicaron ayer que los trabajadores están preocupados y la actual directiva de la empresa está siendo muy hermética con las negociaciones y las condiciones de la cesión.