La nueva versión de Selene AP entró ayer en funcionamiento en todos los centros de Atención Primaria de La Rioja para la gestión de la historia clínica electrónica, según explicó la Consejería de Salud en un comunicado. La nueva versión mejorada se ha realizado a partir de las peticiones que han solicitado los profesionales del primer nivel asistencial para optimizar el funcionamiento del programa.

Las mejoras incluidas afectan a aspectos tales como el manejo de agendas, calendarios, tratamiento de avisos domiciliarios e impresión de recetas para pacientes con tratamientos de larga duración (crónicos), entre otros.
«Esta es la segunda mejora de carácter general que se ha realizado en Selene AP, desde que fue puesto en marcha en todos los centros de Atención Primaria de La Rioja en julio de 2010.

La implantación de esta mejora obedece, al igual que la que se realizó en febrero, a la necesidad de adaptar el potencial del programa a las obligaciones cotidianas de todos los profesionales del primer nivel asistencial.
Si en febrero el principal reto fue ofrecer una mayor velocidad y capacidad de respuesta, en la presente edición, el objetivo ha sido desarrollar en el soporte informático aquellas peticiones solicitadas por los profesionales sanitarios.
Con ello se busca ofrecer a los profesionales una herramienta eficaz que permita visualizar de una manera rápida y ordenada todos los datos de la historia clínica del paciente y poder mejorar así la asistencia sanitaria.

Actualmente, Selene AP es ya una herramienta imprescindible dentro de la Atención Primaria riojana sin la que sería imposible el desarrollo de los sistemas de historia clínica electrónica, y cuenta con un uso sistematizado entre los profesionales.


Mejora el sistema informático de consulta de historias clínicas e impresión de recetas, ampliamente criticado por médicos del Seris
Un programa polémico

En los primeros meses de la entrada en funcionamiento de la primera versión, numerosos médicos del sistema riojano de salud se quejaron por las abundantes deficiencias que ofrecía el programa, lo que ralentizaba su trabajo y se traducía en retrasos en las citas y en una peor atención al paciente.
Grupos de sanitarios protestaron ante sus centros de trabajo contra un programa que también generó polémica en las comunidades de Madrid y Murcia, donde fue implantado con anterioridad suscitando críticas entre el personal de sus respectivos servicios de salud.