El nuevo Acelerador lineal de partículas y TAC en el Hospital Comarcal Francesc de Borja de Gandía, es un proyecto y obra promovido por la Conselleria de Sanitat de la Comunitat Valenciana enmarcado dentro del Plan INVEAT.

El proyecto nace de la necesidad de albergar un nuevo Servicio de Oncología Radioterápica en el Hospital Comarcal Francesc de Borja. De este modo, la construcción de este pabellón supone ampliar la cartera de servicios que actualmente se ofrecen en el Hospital. 

Debido a los ajustados plazos de ejecución del Plan INVEAT y a la dificultad del sector de disponer de mano de obra cualificada, se propone la realización del búnker que alberga el acelerador lineal mediante sistema prefabricado a través de una nueva metodología de diseño y ejecución.

Estrategia de proyecto: Integración con el Hospital

La realización de un proyecto de ampliación de estas características supone un reto a la hora de integrarlo dentro de un patio existente en el Hospital: por un lado, se deben resolver los espacios interiores necesarios para albergar los equipamientos médicos de tratamiento y radiodiagnóstico y, por otro, se debe resolver la relación de este nuevo pabellón con lo existente.

Además, y no menos importante, se debe tener en cuenta a los usuarios que van a hacer uso de estas nuevas instalaciones como son, por un lado, los pacientes, lo que se traduce en un componente emocional muy alto, y, por otro, el personal sanitario, donde la correcta organización espacial garantizará un buen funcionamiento del Servicio dentro del Hospital en el día a día. Por ello, se debe tener un cuidado especial tanto del interiorismo de los espacios interiores y su humanización, como de los espacios exteriores y de la comunicación del pabellón con el edificio principal del Hospital.

Teniendo en cuenta esto, por un lado, se plantea una pieza acorde a la escala del patio con una identidad fácilmente reconocible e integrada en la estética del Hospital. Por otro lado, el acceso al nuevo pabellón queda integrado con los recorridos interiores existentes en el Hospital, con proximidad a Urgencias y a uno de los núcleos de comunicación verticales, lo que facilita su utilización y accesibilidad en el esquema de comunicaciones y flujos del hospital. Por último, se busca la relación de los espacios interiores de espera y tránsito con el exterior, mecanismo ya empleado en el edificio del Hospital a través de patios y pasillos amplios acristalados, disponiendo de iluminación natural, lo que se entiende como un espacio mucho más amable y humanizado, de manera que el nuevo pabellón viva y comparta los mismos valores espaciales que caracterizan a este hospital.

Arquitectura al servicio de la salud

Desde el primer momento, el proyecto se pensó por y para mejorar la calidad de sus usuarios, ya fuesen pacientes o personal sanitario. De este modo, por un lado, durante las primeras fases de proyecto y junto a un equipo multidisciplinar compuesto por personal sanitario y técnico, se estudiaron los flujos de trabajo y los equipos médicos que intervienen en el funcionamiento del nuevo servicio y su ubicación dentro de cada espacio, así como los espacios de trabajo y de almacenamiento necesarios para su correcto funcionamiento. Por otro lado, se busca crear un entorno más amable de cara al paciente, haciendo que se sienta más confortable y en un entorno más doméstico, no tan hospitalario, de esta manera se apuesta por materiales más cálidos, iluminación natural y elementos de diseño (mobiliario, señalética, etc.)

Sistema constructivo e innovación tecnológica

En vista a los plazos de ejecución tan ajustados, debido al Plan INVEAT, y a la dificultad del sector de disponer de mano de obra cualificada, se propone su realización mediante sistema prefabricado a través de una nueva metodología de diseño y ejecución, lo que supone una nueva forma de entender y utilizar el prefabricado.

Así pues, el nuevo pabellón para albergar el Servicio de Oncología Radioterápica se plantea en dos partes o fases:

• Fase 1. Servicios generales, Consultas y Sala de TAC
• Fase 2. Acelerador lineal (Búnker)

La primera fase se realiza mediante sistema de estructura prefabricada tradicional, es decir, se compone de cimentación de hormgón in-situ y elementos estructurales prefabricados, como son pilares, vigas y placas alveolares. Así mismo, la fachada exterior se realiza mediante paneles prefabricados.

A continuación, se pasa a la segunda fase estructural donde se ejecuta el búnker para albergar el acelerador lineal. Este tipo de equipamiento médico de alta tecnología necesita de una gran protección radiológica, por lo que se realiza un búnker mediante muros y cubierta de hormigón de gran espesor que, normalmente, se ejecuta mediante encofrado tradicional de hormigón.

La innovación planteada en esta obra consiste en la utilización de un sistema hormigón prefabricado, por un lado, como enconfrado perdido para la ejecución de los muros de protección radiologica y, por otro lado, a su vez, este sistema sirve como blindaje radiológico, no disminuyendo la superfice útil del búnker. Adicinalmente, estos muros prefabricados tienen función estructural, ya que sirven de base de apoyo para la prelosa de cubierta del búnker.

De esta manera, en una misma solución se aúnan ejecución, blindaje y estructura, lo que se traduce, por un lado, en una reducción de los tiempos, tanto de implantación en obra como de ejecución y, por otro, en un aprovechamiento completo del espacio disponible, ya que ni se generan servidumbres residuales ni elementos superfluos adicionales. Así pues, lo que tradicionalmente supone una ejecución de mínimo tres meses, se ha resuelto en menos de un mes, pudiendo, además, entrar a realizar interiores inmediatamete después de colocar las prelosas de forjado, ya que no se necesita apuntalamiento.

Entrando a explicar un poco más en detalle la ejecución del búnker, el proceso seguido ha sido el siguiente:

Cimentación:

El búnker dispone de una losa de cimentación de 120cm de espesor en cota -1.00m. Se dejan embebidas las esperas de los muros prefabricados.

Forjado sanitario de dos alturas:

Sobre la losa, se realiza un forjado sanitario a dos alturas con encofrado perdido mediante casetón de plástico reciclado, reflejo de nuestra preocupación por la economía circular y el reciclaje. Este sistema nos permite realizar tanto la base monolítica de apoyo como el foso que necesita el acelerador para su instalación.

Muros:

El muro perimetral y el laberinto se realizan en tres fases:

1. Anillo exterior (encofrado exterior).
2. Anillo interior (encofrado interior).
3. Piscinas interiores (relleno de muros).

Primero, se realiza el anillo exterior realizado mediante muros prefabricados que, una vez hormigonado, servirá como encofrado exterior para los muros del búnker. A continuación, se realiza el anillo interior del mismo modo que el exterior, completando así el encofrado de muros del búnker. Tras colocar una serie de tirantes auxiliares que unan estos anillos en los puntos más críticos, se procede al vertido del hormigón en el interior de las “piscinas” resultantes. Con esta metodología se consigue resolver, por un lado, el espesor variable de los muros del búnker (de 100 a 185cm) sin modificar la puesta en obra y, por otro, resolver el encuentro con las fachadas existentes sin perder espacio, ya que el propio anillo exterior nos hace de encofrado perdido.

Forjado de cubierta:

Una vez ejecutado el muro del búnker, se procede a la colocación de la prelosa de hormigón armada que sirve como base para la realización de la cubierta. Esta cubierta se hormigona en dos fases, ya que el anillo primario de radioprotección debe contar con un espesor de 2.10m. El resto de la cubierta se realiza con un espesor de 1.25m de hormigón. Para conseguir solidarizar estas dos fases de hormigonado, se dispone de armado de conexión.