En plena crisis económica, en que la eficiencia se ha convertido en la base de la toma de las decisiones de las políticas sanitarias, resulta preocupante encontrarse con análisis que concluyen que en los últimos diez años se han incorporado en España más de 9.000 medicamentos y menos del 10 por ciento forma parte del arsenal terapéutico de los hospitales, como apuntan desde la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). Durante la jornada «Evaluación Económica y red Europea de Evaluación de Tecnología Sanitaria: presente y futuro» (organizada por el Instituto Carlos III de Madrid y Pfizer), se manifiestaron esta y otras cuestiones sobre el cumplimiento y la eficacia de las medidas de evaluación económica de productos y tecnologías a la hora de aprobar su inclusión en las carteras de servicios. Antonio Sarriá, director de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AETS) del Instituto Carlos III, señala que «hay que contar con los profesionales sanitarios para mejorar el impacto de los estudios».


Además, se aprovechó la ocasión para la presentación del manual «Evaluación Económica de medicamentos y tecnologías sanitarias: principios, métodos y aplicaciones en política sanitaria», de Javier Soto Álvarez, jefe del Departamento de Farmacoeconomía y resultados en Salud de Pfizer España. «En estos momentos, los recursos disponibles en el sistema sanitario son cada vez más limitados para cubrir todas las necesidades de la sociedad, por lo que es necesario racionalizar la asignación de recursos y emplearlos en la financiación de aquellas alternativas terapéuticas que sean más eficaces, seguras y coste-efectivas, lo que sin duda generará que se obtengan mejores resultados en salud en los pacientes con la inversión monetaria realizada».

Por su parte, otro de los ponentes de la jornada, José luis Poveda, presidente de la SEFH, manifiesta que «la evaluación económica es prioritaria para el servicio de farmacia, desde la selección del medicamento hasta el seguimiento del paciente, pasando por la adquisición y la prescripción».
En la última década se han incorporado en España casi 10.000 medicamentos y sólo unos pocos han entrado en las farmacias hospitalarias. Los expertos quieren averiguar qué falla en el sistema y poner medidas para que la situación no se sostenga en el tiempo.