Ni la amenaza de varios nubarrones plomizos que presagiaban una fuerte chaparrón disiparon la movilización del viernes contra la privatización de la sanidad y por la recuperación del proyecto de Montecelo que la organización calificó de exitosa incluso antes de arrancar.

Y es que la movilización sanitaria contra el proyecto de hospital único en Monte Carrasco fue como una final deportiva. Treinta actos en los Concellos de la comarca, federaciones vecinales, asociaciones y sindicatos fueron suficientes desde el pasado 2 de marzo para poner en marcha una maquinaria de entrenamiento que el día del partido sacó a la calle a más de ocho mil personas con la única intención de vencer. Pero la portería es infranqueable. Pilar Farjas y el gerente del Chop, José Manuel González, aseguraron una y otra vez en la últimas semanas que por muchas movilizaciones que se hagan contra el proyecto de Monte Carrasco, no hay marcha atrás. Los planes no se van a cambiar porque, como dice la conselleira de Sanidade, «garantiza a Pontevedra la asistencia sanitaria de los próximos 40 o 50 años».

La manifestación puso sobre el terreno de juego de A Ferrería a rostros como el de Carmen Gallego, Teresa Táboas, Guillerme Vázquez, Domingo Tabuyo, Fernández Lores, Modesto Pose, Teresa Casal y doce alcaldes más del área sanitaria norte de la provincia que salieron a jugar respaldados por sindicatos y vecinos de la ciudad que no abandonaron pese al fuerte aguacero inicial. La Policía Local señaló al término de la protesta que cuando la cabecera de la marcha llegaba al edificio de la Xunta, la cola todavía pasaba ante el hotel Galicia Palace.

La resaca de la manifestación contra la privatización de la sanidad y pro Montecelo
El del viernes era el acto final de la plataforma contra la privatización de la sanidad, al menos por el momento. En el camino a la final se han dejado una treintena de reuniones, alguna que otra polémica por encabezar la movilización y disputas internas entre la federación sanitaria de CC.OO. y sus representantes comarcales. De las tres centrales de la comarca solo faltaba José Luis García Pedrosa, que en este partido prefirió jugar el papel de árbitro.

Fernández Lores tuvo el viernes la respuesta «contundente» de la ciudad a la «privatización da sanidade» que presagiaba días antes de conocer con que equipo jugaba Pontevedra el partido de la sanidad.