Convertir a la ambulancia en parte del hospital, de forma que lo que ocurre en la primera pueda seguirse en tiempo real en el segundo es uno de los objetivos de un ambicioso proyecto que, en varias fases, se ha puesto alcanzar Rodríguez López Auto. Será el último peldaño de una escalera que empezaron a subir hace algún tiempo con el apoyo del Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG). El primer fruto de esa colaboración fue integrar desde la ambulancia todos los sistemas de comunicación e intercambio de datos entre el vehículo y las bases sanitarias (centros de salud, hospitales, etc.). Daniel Fernández, directivo de Rodríguez López Auto explica que en vehículos de este tipo resulta vital controlar todos los parámetros que influyen en la atención del paciente en tiempo real.

Las primeras ambulancias que cuentan con un sistema monitorizado que garantiza que ni conductor ni personal médico serán distraidos por cuestiones logísticas -«no tendrán que comprobar la carga de las bombonas de oxígeno o pulsar botones e luces o sonido, porque eso lo testea el sistema automáticamente»-, ya han empezado a circular por Palma de Mallorca. La comunidad balear ha sido la primera en apostar por la alta tecnología gallega.

Daniel Fernández confirma que no hay vehículo de emergencias más sofisticado en el mundo. Dicha sofisticación no dispara el coste el vehículo que, dice, puede incrementarse entre 4.000 y 5.000 euros. El rediseño de la arquitectura electrico-electrónica de la ambulancia es el paso previo para la inclusión de servicios telemáticos que comuniquen a la ambulancia con el exterior.