En el dinámico panorama sanitario, la hipereficiencia en los hospitales inteligentes adquiere un nuevo nivel de importancia. Cuando decimos "hipereficiencia", nos referimos al rendimiento óptimo de las operaciones hospitalarias, donde el gasto de capital inteligente se alinea a la perfección con los procedimientos operativos inteligentes y el despliegue tecnológico. Aquí es donde entra en juego el edge computing.

La transformación de un hospital tradicional en un hospital inteligente depende de la solidez de la infraestructura informática, la base sobre la que se sustentan diversas funciones que van desde los historiales electrónicos de los pacientes hasta la distribución farmacéutica. Con la incorporación de la edge computing a la sanidad, se abre una oportunidad sin precedentes para hacer posible la hipereficiencia de los hospitales inteligentes.

Transformación digital de los hospitales con ayuda de edge computing en sanidad

El sector sanitario ha experimentado una notable evolución digital en la última década. La enfermería, antes equipada con portapapeles y bolígrafos, se ha transformado en un nexo digital repleto de sistemas avanzados destinados a mejorar la precisión y eficiencia de la asistencia sanitaria. Este centro es ahora el epicentro de diversas tecnologías sanitarias digitales, como las historias clínicas electrónicas (HCE), los dispositivos digitales de monitorización de pacientes, los sistemas automatizados de dispensación de medicamentos y las plataformas de telemedicina.

Este cambio de lo analógico a lo digital ha agilizado los procesos y subrayado la importancia de la resistencia energética y la estabilidad de la red en los entornos sanitarios. Con el aumento de la dependencia de los dispositivos y sistemas electrónicos, la resistencia energética es primordial. Cualquier interrupción del suministro eléctrico puede provocar la inactividad del sistema y afectar potencialmente a la atención y la seguridad del paciente. Por ejemplo, los dispositivos de soporte vital pueden funcionar mal durante los cortes de energía, los sistemas de HCE pueden quedar inaccesibles y los datos esenciales pueden estar en peligro.

La estabilidad y la velocidad de la red son igualmente vitales en esta era digital, en la que la mayoría de las tecnologías sanitarias están interconectadas y dependen de las redes para la comunicación y el intercambio de datos. Es imprescindible contar con una infraestructura de red estable, segura y rápida, ya que la inestabilidad puede provocar retrasos en la transmisión de datos, pérdida de conectividad entre dispositivos e imposibilidad de acceder a aplicaciones y servicios esenciales, con graves consecuencias para los resultados de los pacientes en situaciones de emergencia.

Edge computing en sanidad: Un catalizador para la hipereficiencia

El Edge Computing es fundamental para guiar a los hospitales hacia la hipereficiencia. Al procesar los datos más cerca de su origen -ya sea en admisiones, farmacias o salas de urgencias-, la informática de frontera mejora la eficiencia operativa. Esta proximidad garantiza el procesamiento inmediato de los datos, crucial para la seguridad del paciente en determinados escenarios.

Hipereficiencia en la práctica: escenarios de hospitales inteligentes

Admisiones: Los procesos digitales de admisión garantizan una entrada rápida y precisa de los pacientes. Un fallo del sistema supondría volver a los métodos manuales y ralentizaría el intercambio de información, lo que comprometería la eficiencia y la precisión.

Productos farmacéuticos: Los sistemas digitales controlan el acceso a los medicamentos mediante inicios de sesión seguros, y los fallos del sistema plantean graves riesgos para la seguridad del paciente.

Urgencias: El escaneado eficiente de los artículos utilizados en la atención al paciente para una facturación precisa es crucial. La ineficacia puede dar lugar a errores de facturación, que afectan tanto al hospital como al paciente.