En situaciones complejas, difíciles y de grandes retos la humanidad debe cambiar el rumbo para hacer mejor la cosas.

Hasta ahora hemos seguido el modelo de economía lineal, que presta escasa atención a que los productos o servicios, sus componentes, sus proveedores o los recursos empleados en su fabricación son utilizados de modo racional.

Debido a la linealidad, los materiales son empleados con un solo fin específico, para luego ser eliminados, sin tener en cuenta que éstos pueden constituir valiosos recursos productivos.

La economía lineal ha conseguido agotar los recursos de materias primas y que llenemos de residuos el planeta, haciéndolo inhóspito para la vida. Además de usar servicios y productos que no se necesitan generando gran cantidad de residuos. Con la consecuencia de la insostenibilidad económica y medioambiental.

En sanidad, según el estudio realizado por Health Care Without Harm, sería el 5º país con más huella climática del mundo (en caso de que fuese país), esto corresponde al 4,4% de las emisiones globales netas de CO₂.

Además, la sanidad también es un gran generador de residuos.

Si tenemos en cuenta que la sanidad tiene como misión principal proteger y promover la salud entre las personas, debe hacer que sus servicios sean sostenibles para que la salud de las personas no se vea afectada.

La oportunidad de la “economía circular”

Todavía nos queda esperanza para afrontar los retos que nos vienen.

Esa oportunidad es La “ECONOMÍA CIRCULAR”.

La economía circular va más allá de la sostenibilidad de realizar un plan energético o climático, de gestionar adecuadamente los residuos o incluso de saber reciclar. La economía circular es un plan económico que nos lleva hacia un nuevo entorno social, tecnológico y económico.

Por tanto, la economía circular no es gestión de residuos, sino la búsqueda mucho más ambiciosa de mecanismos socio-económicos que regeneran los ecosistemas naturales y promuevan el bienestar, salud, felicidad de todo ser vivo. Y para esto es necesario la participación de todos.

La sociedad evoluciona hacia una economía circular y la Sanidad debe diseñar estrategias para consolidad el sector sanitario como pilar fundamental de una sociedad circular, eficiente y sostenible.

Por lo tanto, la solución pasa por la sostenibilidad del sistema sanitario, una sostenibilidad económica y medioambientalmente. Por eso la economía circular proporciona las herramientas y soluciones adecuadas para hacer sostenible la sanidad.

Con la economía circular se consigue que productos, componentes y materiales mantengan su valor y su utilidad de modo permanente a lo largo de todo el ciclo de vida.

La Unión Europea ya adopto en 2015 un plan de economía circular, que ha ido ampliando y mejorando hasta nuestros días, para aplicar y que la circularidad sea parte de los europeos, podéis ver el último informe aquí.

También el gobierno de España creo la Ley de Cambio climático y transición energética donde la economía circular tiene un peso importante para conseguir los objetivos de neutralidad climática. El proyecto de ley está en este enlace.

La economía circular tiene como pilares:

1. Preservar y mejorar el capital natural, controlando existencias finitas y equilibrando los flujos de recursos renovables.
2. Optimizar el uso de los recursos, rotando productos, componentes y materiales con la máxima utilidad en todo momento, tanto en los ciclos técnicos como en los biológicos.
3. Fomentar la eficacia del sistema, revelando y eliminando externalidades negativas.
4. Y todo sin residuos.

Beneficios

Los beneficios de la economía circular son números, aunque se puede resumir en los siguientes:

• Beneficios ambientales.
• Beneficios sociales.
• Sostenibilidad económica.
• Sostenibilidad medioambiental.
• Valor añadido para las empresas.
• Un planeta para volver a disfrutarlo y vivirlo.

La economía circular es el modelo que tiene en cuenta tanto aspectos económicos como ambientales y sociales, basado en el principio de "cerrar el ciclo de vida" de recursos, productos, servicios, residuos y materiales, potenciando el rendimiento de las cadenas de valor.

Las especiales características y la complejidad del actual escenario económico exigen optimizar el retorno de las inversiones en medios y recursos de todo tipo, y extender al máximo el ciclo de vida de los productos. Los recursos, sobre todo los naturales y de índole limitada, son cada vez más costosos y escasos, lo cual conduce a la necesidad de gestionarlos con rigor, y de utilizarlos de una forma que evite el despilfarro a lo largo de todo el ciclo productivo.

Economía circular en sanidad

La cadena de valor del sector de la Salud consume una cantidad significativa de recursos primarios, tales como agua, energía, metales y compuestos químicos. Además, genera un importante volumen de residuos por el empleo generalizado de productos de un solo uso, y por la acumulación de materiales y equipos no utilizados, obsoletos o caducados. En un hospital, los términos “usar y tirar” y el concepto de “un solo uso” constituyen prácticas habituales, y aunque su objetivo sea mejorar la salud de los pacientes y ciudadanos, no por ello dejan de ser prácticas poco sostenibles.