“Hace 20 años casi nadie sabía qué era la enfermedad de Alzheimer. Era un nombre que sonaba muy complicado”, recuerda Carlos Gustavo Cano, médico geriatra, profesor de la Universidad Javeriana y ahora director del Centro de Memoria y Cognición Intellectus, recientemente inaugurado en Bogotá.

Con casi 25 millones de personas en todo el mundo víctimas de esta enfermedad neurodegenerativa, la palabra Alzheimer se volvió tan popular como la diabetes o la hipertensión. Sin embargo, advierte el doctor Cano, Colombia y el resto de países enfrentan otros retos tanto o más graves que el del Alzheimer. Se refiere a demencias que por no ser tan publicitadas no reciben la adecuada atención.

Una de ellas es la llamada demencia fronto-temporal. “Es una enfermedad que afecta a personas más jóvenes”, explica Cano. Los pacientes, a los cuarenta o cincuenta años, van olvidando cómo comportarse adecuadamente. Algunos pueden volverse tan apáticos que permanecen todo el día en la cama. Otros, completamente desinhibidos, pueden ejecutar comportamientos totalmente inapropiados para su entorno social, como comentarios con alto contenido sexual o incluso robos. Al presentarse a una edad de plena productividad laboral e intelectual, constituye un verdadero drama para las personas que la padecen y sus familias.

“Nuestra idea es comenzar a educar en estos temas a los médicos y a la población en general”, dice Cano. Con ese propósito nació el Centro de Memoria y Cognición, que operará en la ciudad de Bogotá y cuenta con un equipo multidisciplinario en el que participan neuropsicólogas, geriatras, psiquiatras y neurólogos.

Diana Lucía Matallana, neuropsicóloga al frente del proyecto, explica que el centro ha sido concebido para trabajar en tres frentes. Por un lado, diagnóstico y tratamiento de demencias. Por otro, ofrecer evaluaciones de las funciones cerebrales a personas interesadas en comprender mejor su sistema nervioso y prevenir futuras enfermedades. En tercer lugar, adelantar investigaciones relacionadas con estos temas, así como capacitar a profesionales de salud en el manejo de enfermedades neurodegenerativas.

Intellectus promete convertirse en 2012 en uno de los centros clínicos pioneros para el tratamiento de demencias y enfermedades neurodegenerativas en Colombia.

Equipos de software que permiten evaluar funciones cerebrales específicas fueron importados de Inglaterra. Al equipo se unió uno de los pocos psicogeriatras que existen en Colombia. El centro trabajará de cerca con el grupo de Clínica de Memoria de la Universidad Javeriana y el Hospital Universitario San Ignacio, catalogado por Colciencias como uno de los grupos élite de investigación en el país, fundado hace 20 años.

Uno de los servicios especiales que ofrecerá el centro es que los médicos visiten a los pacientes con enfermedades más avanzadas en sus propias casas, para no tener que desplazarlos grandes distancias en la ciudad. La musicoterapia y algunas otras terapias alternativas también tendrán lugar como parte de un tratamiento integral.

Con el gradual envejecimiento de la población, la frecuencia con que se presentan este tipo de enfermedades aumenta. Por esto Cano y su equipo creen que Colombia debe comenzar a prepararse para los desafíos sociales asociados a ellas.