El nuevo centro de salud de Oia abre sus puertas mañana seis años después de que la reforma y ampliación del viejo edificio obligase a trasladar de forma provisional las consultas a un bajo de alquiler. Su entrada en funcionamiento, anunciada ayer por el Servicio Galego de Saúde (Sergas), pone fin a las incomodidades por falta de espacio sufridas en este tiempo por personal sanitario y pacientes.

El nuevo ambulatorio, cofinanciado con fondos Feder, ha supuesto una inversión de algo más de un millón de euros por parte de la Xunta, que encargó la obra a la empresa Obras y Servicios Gómez Crespo.

La instalación sanitaria cuenta con una superficie construida de 680 metros cuadrados, que albergan dos consultas de medicina general, dos de enfermería y un área de atención materno-infantil que incluye una sala de mujer y una consulta de pediatría. Además, el edificio dispone de una consulta polivalente, así como de área administrativa y de archivo, almacenes, vestuarios y servicios comunes.

En cuanto al personal adscrito, el centro médico dispone de dos facultativos de medicina general, dos profesionales de enfermería y un administrativo, así como de unidades de apoyo como un pediatra, una matrona y un trabajor social. Se trata, por tanto, de un equipo multidisciplinar que el año pasado realizó un total de 17.000 consultas, a adultos y niños, y realizó un centenar de cirugías menores.

Para el gerente de la Estructura Organizativa de Xestión Integrada de Vigo, Félix Ruibal, las nuevas instalaciones suponen un "salto cualitativo importante" en la asistencia sanitaria de Oia, cuya población dispone ahora "de un centro moderno, funcional y bien dimensionado", señala.

 

El nuevo ambulatorio, en el que el Sergas ha invertido un millón de euros, abre mañana sus puertas con dos consultas médicas, dos de enfermería y un área materno-infantil

Medios técnicos

La remodelación del centro de salud, que da cobertura a 2.442 cartillas -205 de ellas de menores de 14 años-, ha permitido además incorporar nuevos medios técnicos y de diagnóstico que incluyen un electrocardiógrafo, espirómetro, monitor de presión arterial, doppler vascular, desfibriladores y oxímetros de pulso.

Con ello, explica el Sergas, los profesionales podrán llevar a cabo actividades preventivas y desarrollar programas de protección y promoción de la salud. Entre ellos, la administración sanitaria destaca el control del tratamiento con anticoagulantes orales (Sintrom) o programas específicos de seguimiento de niños, pacientes crónicos o mujeres, entre otros.

El de Oia es el primer nuevo centro que se pone en marcha en el área de Vigo, donde en las próximas semanas entrarán en funcionamiento los de Panxón y Tui.