Un centro único en Europa que nació en unos barracones

20/11/2011
Tipología Noticias Un centro único en Europa que nació en unos barracones

Jesús Usón Gargallo recuerda bien el día que llegó a Cáceres para quedarse. Fue el 29 de agosto de 1986. Tenía 39 años, y su hábitat de trabajo entonces fueron «los barracones de Mad Max», como llamaba él a esa hilera de fachadas blancas que en su día fue construida para albergar cerdos, caballos o perros. Hoy, Usón tiene 64 años y en su espacioso despacho hay un monitor enorme, que él controla con un sofisticado mando a distancia que le permite ver lo que se está haciendo en ese momento en cualquiera de los diez quirófanos, o en todos a la vez, del CCMI (Centro de Cirugía de Mínima Invasión) que lleva su nombre.

Un cuarto de siglo después de dejar Zaragoza para instalarse en Sierra de Fuentes -donde sigue viviendo-, Jesús Usón ha conseguido que su nombre y el de Cáceres sean dos referencias clave en todo lo relacionado con la cirugía. No en la región. Ni en el país. Ni en Europa. «Arrancamos hace 25 años en unos barracones, y hoy, Extremadura tiene un CCMI de referencia, posiblemente el mejor del mundo». Lo dice Usón sin el menor atisbo de grandilocuencia. Con un acento maño marcadísimo. Y lo dice de tal modo que es fácil que quien está frente a él, sienta que cada una una de sus reflexiones es una verdad universal.

Suelta Usón una frase así a sabiendas de que sus espaldas están cubiertas por los datos. Durante 2010, los cursos que organiza el centro -más de cien cada año- resultaron lo suficientemente atractivos como para atraer a 1.350 médicos de más de cuarenta países. De hecho, en su afán por hacer visible lo que parte de la sociedad extremeña aún no ha alcanzado a comprender, quienes se mueven por el CCMI suelen repetir una idea: los hospitales españoles, y también los de otros muchos países, están llenos de cirujanos que han aprendido a operar en Cáceres.
Lo cuenta Juan Carlos Rodríguez Ibarra en la entrevista que Antonio Bueno Flores le hizo para el libro `Trayectoria de un centro`. «He contado varias veces -recuerda el expresidente de la Junta- la anécdota de aquellos especialistas extremeños que fueron a Cataluña a formar en estas técnicas, y cuando legaron allí, les dijeron `¡Pero qué hacen aquí, si nosotros nos hemos formado en Cáceres!`».


El CCMI ha conseguido que el nombre de su impulsor y el de Cáceres sean referencias clave en todo lo relacionado con la cirugía en todo el mundo
Aquella torpeza sería hoy un disparate. No la cometería, desde luego, nadie que haya visitado las instalaciones ubicadas en la carretera de Trujillo, frente a la cárcel. «Ni en el sueño más loco de un cirujano se podría concebir un quirófano como los que hay en el CCMI; yo creo que en estos momentos no hay en España ningún hospital que disponga de estas instalaciones». Lo dice José Antonio Frías -jefe de servicio del hospital Royo Villanova de Zaragoza- en el documental `Vivir soñando`, grabado para conmemorar el 25 aniversario de la llegada a Cáceres de Jesús Usón, que entra cada día en su despacho a las siete y media de la mañana y se va sobre las nueve de la noche.

Esas jornadas que van casi de la salida a la puesta del sol no son nuevas para él. Ya las hacía cuando llegó. Vivía para trabajar él y vivían para trabajar los tres compañeros aragoneses que le acompañaron en la aventura extremeña: Miguel Ángel Vives, Luis Javier Ezquerra, que era becario de formación en Zaragoza, y el recién licenciado Jesús María Usón Casaús.

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