Un Hospital Universitario que sustituirá al Hospital General Yagüe.
Dos años después de lo asegurado en la firma del contrato con la sociedad concesionaria y más de una década después de las primeras manifestaciones ciudadanas que exigían un nuevo hospital, Burgos ve terminado uno de sus proyectos más importantes: un Hospital Universitario que sustituirá al vetusto Hospital General Yagüe.
La obra, desarrollada en los últimos cinco años, está terminada al 100% y la Junta de Castilla y León ratificará el acta de recepción de las instalaciones el martes 13 de diciembre, después de obtener la licencia de ocupación por parte del Ayuntamiento de Burgos.
Algunas consultas externas recibirán sus primeros pacientes el 21 de diciembre y el traslado se culminará a primeros de mayo, con la ocupación de 712 de las 744 camas del centro y la puesta en marcha progresiva de sus 24 quirófanos. En las obras han trabajado 4.800 personas y 600 empresas.
El edificio, construido sobre una ladera en el noreste de la capital burgalesa, ha cambiado respecto a las previsiones iniciales. El proyecto original contemplaba menos metros cuadrados, pero la calificación del centro como Hospital Universitario y la incorporación de algunas peticiones de los jefes de servicio del complejo hospitalario de Burgos elevaron la superficie hasta los 264.000 metros cuadrados -60.000 más que los previstos-, de ellos 175.000 metros construidos. Este «cambio de guión» disparó también el presupuesto del proyecto, 105 millones más de lo previsto, hasta los 314 millones de euros que ha costado construir y equipar este hospital.
Para el consejero de Sanidad, Antonio Sáez Aguado, un aumento que no se puede denominar sobrecoste, porque se trata de «mejoras» respecto al proyecto original. Será, según el consejero, «el mejor hospital de Castilla y León», mayor en superficie que el Río Hortega de Valladolid y con el «más moderno equipamiento». De hecho, en el aumento de presupuesto respecto a las previsiones iniciales, destacan los 97 millones de equipamiento, frente a los 47 que estaba previsto gastarse en este capítulo.
«A nadie con sentido común le tiene que molestar que se gaste lo máximo posible en equipamiento», apunta José María Arribas, presidente de la sociedad concesionaria, para quien el Hospital Universitario de Burgos será «el hospital ideal, el más moderno, novedoso y con vocación de futuro».
Al consejero de Sanidad actual le corresponde comprobar el equipamiento y firmar la recepción definitiva del hospital ya construido, aunque las críticas por el retraso del proyecto y las acusaciones de falta de transparencia por parte de la oposición se las llevó el anterior consejero de Sanidad, Francisco Javier Álvarez Guisasola.
Después de cinco años de obras, comienza la mudanza al nuevo complejo hospitalario de Burgos. El 21 de este mes se iniciará la atención en consultas externas y el traslado se prevé que concluirá en mayo
Concesión de obra pública
El modelo que escogió la Junta de Castilla y León para la construcción del hospital burgalés -la concesión de obra pública-, anunciado por Juan Vicente Herrera el 13 de mayo de 2005, generó dudas en los partidos políticos, los sindicatos y los colectivos ciudadanos, dudas que se convirtieron en reproches cuando se comenzaron a alargar los plazos de construcción, de los tres años que se anunciaron hasta los más de cinco que ha tardado en terminarse el centro.
«Las dudas se disiparán en cuanto los burgaleses comiencen a visitar este hospital», asegura el consejero Sáez Aguado, para quien el modelo es «un éxito». Reconoce, eso sí, el retraso en la conclusión del proyecto definitivo, pero asegura que los cinco años de trabajos hubieran sido más «si la obra hubiera estado vinculada exclusivamente al presupuesto público».
El consejero de Sanidad insiste en que los usuarios recibirán un servicio igual de público que en cualquier otro hospital de la región y que serán atendidos por profesionales que dependen de la Administración regional.
El modelo de concesión de obra pública supondrá que la concesionaria cobrará el dinero adelantado para la construcción del hospital durante 30 años, a través de un canon y explotará 14 servicios «no asistenciales» como la lavandería, la esterilización, la limpieza, la hostelería o el aparcamiento de 1.500 plazas. La concesionaria, para que no haya confusiones con la gerencia del hospital, ha cambiado su nombre de `Sociedad Nuevo Hospital` a `Eficanza`, la unión de las palabras eficacia y confianza. El Hospital Universitario de Burgos creará 140 puestos de trabajo y asumirá 302 empleados subrogados del Hospital General Yagüe.
La obra, desarrollada en los últimos cinco años, está terminada al 100% y la Junta de Castilla y León ratificará el acta de recepción de las instalaciones el martes 13 de diciembre, después de obtener la licencia de ocupación por parte del Ayuntamiento de Burgos.
Algunas consultas externas recibirán sus primeros pacientes el 21 de diciembre y el traslado se culminará a primeros de mayo, con la ocupación de 712 de las 744 camas del centro y la puesta en marcha progresiva de sus 24 quirófanos. En las obras han trabajado 4.800 personas y 600 empresas.
El edificio, construido sobre una ladera en el noreste de la capital burgalesa, ha cambiado respecto a las previsiones iniciales. El proyecto original contemplaba menos metros cuadrados, pero la calificación del centro como Hospital Universitario y la incorporación de algunas peticiones de los jefes de servicio del complejo hospitalario de Burgos elevaron la superficie hasta los 264.000 metros cuadrados -60.000 más que los previstos-, de ellos 175.000 metros construidos. Este «cambio de guión» disparó también el presupuesto del proyecto, 105 millones más de lo previsto, hasta los 314 millones de euros que ha costado construir y equipar este hospital.
Para el consejero de Sanidad, Antonio Sáez Aguado, un aumento que no se puede denominar sobrecoste, porque se trata de «mejoras» respecto al proyecto original. Será, según el consejero, «el mejor hospital de Castilla y León», mayor en superficie que el Río Hortega de Valladolid y con el «más moderno equipamiento». De hecho, en el aumento de presupuesto respecto a las previsiones iniciales, destacan los 97 millones de equipamiento, frente a los 47 que estaba previsto gastarse en este capítulo.
«A nadie con sentido común le tiene que molestar que se gaste lo máximo posible en equipamiento», apunta José María Arribas, presidente de la sociedad concesionaria, para quien el Hospital Universitario de Burgos será «el hospital ideal, el más moderno, novedoso y con vocación de futuro».
Al consejero de Sanidad actual le corresponde comprobar el equipamiento y firmar la recepción definitiva del hospital ya construido, aunque las críticas por el retraso del proyecto y las acusaciones de falta de transparencia por parte de la oposición se las llevó el anterior consejero de Sanidad, Francisco Javier Álvarez Guisasola.
Después de cinco años de obras, comienza la mudanza al nuevo complejo hospitalario de Burgos. El 21 de este mes se iniciará la atención en consultas externas y el traslado se prevé que concluirá en mayo
Concesión de obra pública
El modelo que escogió la Junta de Castilla y León para la construcción del hospital burgalés -la concesión de obra pública-, anunciado por Juan Vicente Herrera el 13 de mayo de 2005, generó dudas en los partidos políticos, los sindicatos y los colectivos ciudadanos, dudas que se convirtieron en reproches cuando se comenzaron a alargar los plazos de construcción, de los tres años que se anunciaron hasta los más de cinco que ha tardado en terminarse el centro.
«Las dudas se disiparán en cuanto los burgaleses comiencen a visitar este hospital», asegura el consejero Sáez Aguado, para quien el modelo es «un éxito». Reconoce, eso sí, el retraso en la conclusión del proyecto definitivo, pero asegura que los cinco años de trabajos hubieran sido más «si la obra hubiera estado vinculada exclusivamente al presupuesto público».
El consejero de Sanidad insiste en que los usuarios recibirán un servicio igual de público que en cualquier otro hospital de la región y que serán atendidos por profesionales que dependen de la Administración regional.
El modelo de concesión de obra pública supondrá que la concesionaria cobrará el dinero adelantado para la construcción del hospital durante 30 años, a través de un canon y explotará 14 servicios «no asistenciales» como la lavandería, la esterilización, la limpieza, la hostelería o el aparcamiento de 1.500 plazas. La concesionaria, para que no haya confusiones con la gerencia del hospital, ha cambiado su nombre de `Sociedad Nuevo Hospital` a `Eficanza`, la unión de las palabras eficacia y confianza. El Hospital Universitario de Burgos creará 140 puestos de trabajo y asumirá 302 empleados subrogados del Hospital General Yagüe.
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