50 años del Hospital Donostia de San Sebastián
Pocos guipuzcoanos se han librado de poner los pies en este centro que ahora cumple medio siglo. Algunos lo habrán hecho para ser curados de alguna dolencia, otros para visitar a algún familiar enfermo y muchos para nacer... El que firma este artículo, por ejemplo, es uno de esos cerca de 240.000 guipuzcoanos que han venido al mundo en alguna de sus salas de parto en este medio siglo. El mismo que, muchos años después, se desesperaba tratando de buscar una plaza de aparcamiento -ahora el problema está más o menos solucionado con el parking- y que verá cómo en el recinto se inaugura en septiembre Biodonostia, el primer instituto de investigación sanitaria del País Vasco.
El Hospital Donostia, el centro médico de referencia de Gipuzkoa, cumple este año cinco décadas, las mismas que tienen tras sus espaldas los originarios Hospital Provincial y la Residencia Sanitaria del Seguro de Enfermedad, inaugurados en 1960. Desde que se abrieran estos centros, miles de pacientes guipuzcoanos han pasado por alguno de estos edificios que ahora se funden en una maraña de puentes, renovaciones y ampliaciones.
Han pasado cinco décadas en las que los uniformes de trabajo de las enfermeras han cambiado -ya no se ven cofias-, los quirófanos se han modernizado y la tecnología digital ha entrado de lleno en cada rincón. Medio siglo en el que el Hospital Donostia se ha convertido en una verdadera ciudad sanitaria en la que trabajan a diario 3.771 profesionales que atienden más de medio millón de consultas anuales y realizan alrededor de 33.000 intervenciones quirúrgicas. Según la memoria de 2009, el año pasado allí nacieron 4.379 nuevos guipuzcoanos.
Desde 2008, el centro tiene además el calificativo de Hospital Universitario Donostia, merced a un acuerdo con la UPV, que vincula a muchos profesores con la universidad y el hospital. No obstante, la facultad de Medicina (para los tres últimos años de carrera) y de Enfermería) funcionan desde 1979.
Se cumple medio siglo de andadura cuidando de los guipuzcoanos. Con motivo de tan señalada efeméride, en el Hospital Donostia ha organizado un variado programa de eventos que culminará el 19 de octubre, con un acto central de celebración en el palacio Kursaal de Donostia, pero que incluye, entre otros eventos, la emisión del programa Protagonistas de Punto Radio Gipuzkoa, el próximo 6 de mayo, en el salón de actos del Hospital; o una exposición de la historia del hospital, del 20 mayo al 6 de junio, en la sala Kutxa del Boulevard de San Sebastián.
Los orígenes
Pero echemos la vista atrás. El alto de Zorroaga, donde hoy palpita la vida del Hospital Donostia, fue desde los años 30 del siglo pasado un lugar destinado a acoger un nuevo hospital para la capital y el resto del territorio. Así lo planearon la Diputación y el propio Ayuntamiento de San Sebastián, que formaban parte de la Junta de Beneficencia, según explican desde el actual Hospital Donostia.Medio siglo de cuidados. En sus 50 años de historia, alrededor de 240.000 guipuzcoanos han venido al mundo en el Hospital Donostia Arrancaron las obras pero la guerra civil española dio al traste con el proyecto y la construcción se paralizó. Durante años, la estructura de hormigón de los edificios proyectados se mantuvo intacta, a la vista de quienes pasaban por allí.
Pasada la contienda, la Diputación construyó en 1944 en los mismos terrenos un sanatorio psiquiátrico, que es el germen del actual servicio de Psiquiatría del Hospital Donostia.
Asimismo, se decidió ceder al Patronato Nacional de Lucha Antituberculosa el edificio previsto para los enfermos tuberculosos. No obstante, el Hospital de Enfermedades del Tórax, el actual edificio Amara, no comenzaría su actividad hasta el verano de 1952 (inauguración oficial el 12 de agosto de 1953). Según señalan fuentes del Hospital Donostia, allí se trasladaron los pacientes del sanatorio de mujeres de Nuestra Señora de las Mercedes de Uba en el barrio de Loiola y los niños del hospital San Antonio Abad de Gros. Posteriormente en 1955, se ingresó también a los pacientes del sanatorio de Hombres de Andazarrate, de Asteasu.
En 1957 se acordó destinar uno de los edificios previsto para albergar la escuela de enfermeras para dedicarlo a hospital provincial. El centro, dependiente de la Diputación Foral, dispondría de 165 camas. Se inauguró el 19 de marzo de 1960, junto al sanatorio psiquiátrico ya existente.
Pero todavía quedaban más estructuras de hormigón a la vista. En la década de los cincuenta, el Instituto Nacional de Previsión decidió construir un nuevo centro sanitario y se puso en contacto con la Diputación de los terrenos del Hospital. Finalmente, la residencia Sanitaria del Seguro Obligatorio de Enfermedad llamada Nuestra Señora de Aranzazu, se construye sobre la estructura central del hospital proyectado en los años 30. Como cuenta en uno de sus escritos Manuel Solorzano, enfermero del Hospital Donostia e historiador, la residencia fue inaugurada «el 15 de agosto de 1960 por el jefe del Estado».
Allí se trasladaron los primeros pacientes: las mujeres y niños ingresados en la maternidad de la villa San José de Ategorrieta.
A partir de los 60, el alto de Zorroaga albergaba tres centros hospitalarios públicos que dependían de organismos distintos: La residencia del Instituto Nacional de Previsión, el Provincial de la Diputación y el Hospital del Tórax, del Patronato Nacional de Lucha Antituberculosa. «Hasta que se construyeron los hospitales comarcales, los pacientes de las comarcas acudían al Hospital Provincial y los de San Sebastián a la Residencia», explica Gabriel Zubillaga, actual jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital Donostia.
En sus inicios, tanto la residencia como el provincial funcionaban como hospitales «fundamentalmente quirúrgicos» que con los años fueron incorporando «una medicina más activa, con la incorporación de especialidades médicas», señala Zubillaga.
El Hospital Donostia, el centro médico de referencia de Gipuzkoa, cumple este año cinco décadas, las mismas que tienen tras sus espaldas los originarios Hospital Provincial y la Residencia Sanitaria del Seguro de Enfermedad, inaugurados en 1960. Desde que se abrieran estos centros, miles de pacientes guipuzcoanos han pasado por alguno de estos edificios que ahora se funden en una maraña de puentes, renovaciones y ampliaciones.
Han pasado cinco décadas en las que los uniformes de trabajo de las enfermeras han cambiado -ya no se ven cofias-, los quirófanos se han modernizado y la tecnología digital ha entrado de lleno en cada rincón. Medio siglo en el que el Hospital Donostia se ha convertido en una verdadera ciudad sanitaria en la que trabajan a diario 3.771 profesionales que atienden más de medio millón de consultas anuales y realizan alrededor de 33.000 intervenciones quirúrgicas. Según la memoria de 2009, el año pasado allí nacieron 4.379 nuevos guipuzcoanos.
Desde 2008, el centro tiene además el calificativo de Hospital Universitario Donostia, merced a un acuerdo con la UPV, que vincula a muchos profesores con la universidad y el hospital. No obstante, la facultad de Medicina (para los tres últimos años de carrera) y de Enfermería) funcionan desde 1979.
Se cumple medio siglo de andadura cuidando de los guipuzcoanos. Con motivo de tan señalada efeméride, en el Hospital Donostia ha organizado un variado programa de eventos que culminará el 19 de octubre, con un acto central de celebración en el palacio Kursaal de Donostia, pero que incluye, entre otros eventos, la emisión del programa Protagonistas de Punto Radio Gipuzkoa, el próximo 6 de mayo, en el salón de actos del Hospital; o una exposición de la historia del hospital, del 20 mayo al 6 de junio, en la sala Kutxa del Boulevard de San Sebastián.
Los orígenes
Pero echemos la vista atrás. El alto de Zorroaga, donde hoy palpita la vida del Hospital Donostia, fue desde los años 30 del siglo pasado un lugar destinado a acoger un nuevo hospital para la capital y el resto del territorio. Así lo planearon la Diputación y el propio Ayuntamiento de San Sebastián, que formaban parte de la Junta de Beneficencia, según explican desde el actual Hospital Donostia.Medio siglo de cuidados. En sus 50 años de historia, alrededor de 240.000 guipuzcoanos han venido al mundo en el Hospital Donostia Arrancaron las obras pero la guerra civil española dio al traste con el proyecto y la construcción se paralizó. Durante años, la estructura de hormigón de los edificios proyectados se mantuvo intacta, a la vista de quienes pasaban por allí.
Pasada la contienda, la Diputación construyó en 1944 en los mismos terrenos un sanatorio psiquiátrico, que es el germen del actual servicio de Psiquiatría del Hospital Donostia.
Asimismo, se decidió ceder al Patronato Nacional de Lucha Antituberculosa el edificio previsto para los enfermos tuberculosos. No obstante, el Hospital de Enfermedades del Tórax, el actual edificio Amara, no comenzaría su actividad hasta el verano de 1952 (inauguración oficial el 12 de agosto de 1953). Según señalan fuentes del Hospital Donostia, allí se trasladaron los pacientes del sanatorio de mujeres de Nuestra Señora de las Mercedes de Uba en el barrio de Loiola y los niños del hospital San Antonio Abad de Gros. Posteriormente en 1955, se ingresó también a los pacientes del sanatorio de Hombres de Andazarrate, de Asteasu.
En 1957 se acordó destinar uno de los edificios previsto para albergar la escuela de enfermeras para dedicarlo a hospital provincial. El centro, dependiente de la Diputación Foral, dispondría de 165 camas. Se inauguró el 19 de marzo de 1960, junto al sanatorio psiquiátrico ya existente.
Pero todavía quedaban más estructuras de hormigón a la vista. En la década de los cincuenta, el Instituto Nacional de Previsión decidió construir un nuevo centro sanitario y se puso en contacto con la Diputación de los terrenos del Hospital. Finalmente, la residencia Sanitaria del Seguro Obligatorio de Enfermedad llamada Nuestra Señora de Aranzazu, se construye sobre la estructura central del hospital proyectado en los años 30. Como cuenta en uno de sus escritos Manuel Solorzano, enfermero del Hospital Donostia e historiador, la residencia fue inaugurada «el 15 de agosto de 1960 por el jefe del Estado».
Allí se trasladaron los primeros pacientes: las mujeres y niños ingresados en la maternidad de la villa San José de Ategorrieta.
A partir de los 60, el alto de Zorroaga albergaba tres centros hospitalarios públicos que dependían de organismos distintos: La residencia del Instituto Nacional de Previsión, el Provincial de la Diputación y el Hospital del Tórax, del Patronato Nacional de Lucha Antituberculosa. «Hasta que se construyeron los hospitales comarcales, los pacientes de las comarcas acudían al Hospital Provincial y los de San Sebastián a la Residencia», explica Gabriel Zubillaga, actual jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital Donostia.
En sus inicios, tanto la residencia como el provincial funcionaban como hospitales «fundamentalmente quirúrgicos» que con los años fueron incorporando «una medicina más activa, con la incorporación de especialidades médicas», señala Zubillaga.
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