Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) ha iniciado este miércoles el desmantelamiento de los tanques de la antigua planta de almacenamiento situada en la zona de Hospital del Rey (Burgos), tras haber completado el proceso previo de vaciado y limpieza de los tanques y tuberías.

Según han informado fuentes de la compañía, las instalaciones dejaron de estar operativa en 2011, después de 45 años, a raíz de la entrada en servicio del nuevo centro de almacenamiento situado en la localidad de Cortes, perteneciente también a la capital burgalesa

La instalación de Hospital del Rey ocupa un terreno de cerca de 40.000 metros cuadrados, y su desmantelamiento dará cumplimiento al protocolo establecido con el Ayuntamiento de Burgos en diciembre de 2005 y favorecerá el desarrollo de la zona en la que está ubicada.

El proceso de desmantelamiento, al que se ha dado inicio con un acto en el que han participado el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, y el director general de Recursos de CLH, Basilio Navarro; incluye el desmontaje de todos los tanques y equipos de la instalación, y se prolongará hasta finales de mayo de 2012.

Una vez realizadas las labores, está previsto realizar los trabajos de recuperación medioambiental y para ello se realizarán estudios de investigación y caracterización medioambiental del subsuelo con el fin de determinar las técnicas más adecuadas para el saneamiento de la zona y someter a aprobación de la Junta de Castilla y León el Proyecto de recuperación medioambiental necesario.

Para la realización de estos trabajos de recuperación CLH cuenta con una amplia experiencia, adquirida en los procesos de saneamiento de otras instalaciones que ya han sido desmanteladas en Valencia, Somorrostro o Santurce.

(Esta noticia sustituye a la anterior sobre el mismo tema)

Para poder reemplazar la instalación de CLH situada en Hospital del Rey, la compañía construyó una nueva instalación en la carretera del depósito de Residuos Sólidos (Ecoparque), en una zona que se denomina El Cucarazal, que supuso una inversión de 29 millones de euros, y que está diseñada con el objetivo de garantizar el suministro de productos petrolíferos a los clientes finales con el máximo nivel de eficiencia, conjugando un elevado grado de automatización de sus procesos operativos con las máximas garantías de seguridad y respeto por el medio ambiente.

El desmantelamiento de los 18 tanques se realiza mediante empuje y tracción con máquina de brazo largo provista de cizalla y para desguace de todos los elementos metálicos y pasarelas con equipo de oxicorte. El acero procedente de los depósitos de almacenamiento y tuberías podrá ser reutilizado en acería y la chatarra metálica se reciclará como materia prima para la elaboración de metales.

Todos los residuos se clasificarán y acopiarán antes de enviarlos a un vertedero autorizado o planta de reciclado por un gestor autorizado conforme a las leyes vigentes.