El Hospital de Cruces automatiza la entrada a las consultas para acabar con las colas
El Hospital de Cruces ha puesto en marcha un sistema automático de gestión de consultas para terminar con las colas en ventanilla y reducir los tiempos de espera. El sistema se comenzó a implantar hace un año con los primeros tótems dispensadores de turno en el área de oftalmología y pediatría, y hace apenas tres meses entró en pleno funcionamiento con la colocación de pantallas en las salas de espera que ordenan a los usuarios y les dan paso según la cita concertada previamente, mientras se les informa de hacia dónde deben dirigirse.
Al nuevo sistema de `automarcaje` sólo le falta llegar a las áreas de rehabilitación y trauma para estar presente en todas las plantas de Cruces, algo que los responsables sanitarios calculan que sucederá a finales de año. «Según llega, el paciente pasa su tarjeta de citas del hospital por un lector de código de barras. Dentro de la consulta el médico ya sabe que ha llegado y se le llama por la pantalla», resume el director de las consultas externas, Félix López. Los monitores utilizarán el mismo número que aparecerá en los tickets de los usuarios y sustituirán a la megafonía que recitaba los nombres y apellidos de los pacientes a través de altavoces. El sistema se comenzó a implantar hace un año con los primeros tótems dispensadores de turno en el área de oftalmología y pediatríaLa megafonía no desaparecerá por completo, sino que permanecerá como «un sistema de rescate» para aquellos casos en los que el paciente -mayor o con problemas de vista- no responda a los avisos hechos a su número. «Puede ser más incómodo, pero es necesario para cumplir la ley porque garantiza la protección de datos», defiende López, quien asegura, además, que el nuevo sistema no supondrá «una despersonalización» de los usuarios. «Sólo se les llama por ese número, pero la relación con la gente es la misma. De hecho, los médicos y las enfermeras no sabrán qué código tiene cada uno, sino que en sus ordenadores les aparecerá la persona con su nombre y apellido», tranquiliza.
El `automarcaje` servirá principalmente para que los pacientes no tengan que hacer cola en la ventanilla de secretaría para informar de su llegada, liberando al personal de tareas simples. Cuando pasen su código de barras por los tótems instalados en las salas de espera el sistema sabrá que han llegado y les introducirá en el sistema de llamadas. Eso no alterará la hora de la cita.
Citas por Internet
El objetivo es evitar que todo el mundo acuda a primera hora para ser atendido en primer lugar, pero también que los médicos sepan desde sus consultorios quiénes esperan a entrar y, en caso de urgencia o de que el paciente tenga otra cita, se le pueda dar paso antes. Pero la gestión automatizada de las consultas abre más puertas. Los responsables sanitarios ya prevén utilizar el sistema para solicitar citas por Internet a través de la web `Osarean`, y poner en marcha sistemas de gestión similares al `autocheking` de los aeropuertos.
Al nuevo sistema de `automarcaje` sólo le falta llegar a las áreas de rehabilitación y trauma para estar presente en todas las plantas de Cruces, algo que los responsables sanitarios calculan que sucederá a finales de año. «Según llega, el paciente pasa su tarjeta de citas del hospital por un lector de código de barras. Dentro de la consulta el médico ya sabe que ha llegado y se le llama por la pantalla», resume el director de las consultas externas, Félix López. Los monitores utilizarán el mismo número que aparecerá en los tickets de los usuarios y sustituirán a la megafonía que recitaba los nombres y apellidos de los pacientes a través de altavoces. El sistema se comenzó a implantar hace un año con los primeros tótems dispensadores de turno en el área de oftalmología y pediatríaLa megafonía no desaparecerá por completo, sino que permanecerá como «un sistema de rescate» para aquellos casos en los que el paciente -mayor o con problemas de vista- no responda a los avisos hechos a su número. «Puede ser más incómodo, pero es necesario para cumplir la ley porque garantiza la protección de datos», defiende López, quien asegura, además, que el nuevo sistema no supondrá «una despersonalización» de los usuarios. «Sólo se les llama por ese número, pero la relación con la gente es la misma. De hecho, los médicos y las enfermeras no sabrán qué código tiene cada uno, sino que en sus ordenadores les aparecerá la persona con su nombre y apellido», tranquiliza.
El `automarcaje` servirá principalmente para que los pacientes no tengan que hacer cola en la ventanilla de secretaría para informar de su llegada, liberando al personal de tareas simples. Cuando pasen su código de barras por los tótems instalados en las salas de espera el sistema sabrá que han llegado y les introducirá en el sistema de llamadas. Eso no alterará la hora de la cita.
Citas por Internet
El objetivo es evitar que todo el mundo acuda a primera hora para ser atendido en primer lugar, pero también que los médicos sepan desde sus consultorios quiénes esperan a entrar y, en caso de urgencia o de que el paciente tenga otra cita, se le pueda dar paso antes. Pero la gestión automatizada de las consultas abre más puertas. Los responsables sanitarios ya prevén utilizar el sistema para solicitar citas por Internet a través de la web `Osarean`, y poner en marcha sistemas de gestión similares al `autocheking` de los aeropuertos.
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