Los materiales cerámicos: soluciones biocompatibles que protegen la salud en los espacios interiores
La calidad del ambiente interior y la salud son dos factores que caminan de la mano. Dos conceptos que antes de la pandemia estaban claros, pero que, tras el paso de la Covid-19, han puesto de manifiesto su íntima relación. En edificación, la calidad del ambiente interior se mide según los efectos que los edificios producen en las personas y su bienestar, y, en este ámbito, los materiales juegan un papel protagonista.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el síndrome del edificio enfermo afecta a entre el 10% y el 30% de los ocupantes de un 30% de las viviendas actuales, los cuales presentan patologías asociadas a problemas como la descompensación térmica, el ruido, la mala calidad del aire interior, la aparición de humedades o moho, o las emisiones de gases y sustancias tóxicas.
En este sentido, el libro Edificios y Salud, editado por el Consejo General de la Arquitectura Técnica (CGATE), Clúster AEICE y Green Building Council España (GBCe) y que ha contado con la colaboración de 70 expertos de diferentes ámbitos, en su capítulo 3 afirma que “los efectos fisiológicos e incluso psicológicos de los materiales sobre el ser humano resultan decisivos en la relación entre el edificio y las personas”. Estas reacciones pueden producirse tanto por la acción de sustancias consideradas tóxicas, como por la elevada sensibilidad de un porcentaje de la población, especialmente vulnerables a los efectos de ciertas sustancias y que el grueso de la población no percibe.
“Los materiales y productos que nos rodean en los edificios tienen una relación directa con nuestro estado de bienestar, pudiendo ser nocivos y, en algunos casos, llegar a enfermarnos. Es importante conocer la biocompatibilidad y elegir en conciencia para mejorar la calidad del ambiente y nuestra propia salud”, destaca el coordinador del grupo de Materiales, Jordi Marrot.
Desde Hispalyt, Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida, y el Gremi de Rajolers de la Comunitat Valenciana, apuestan por los materiales cerámicos como la solución constructiva que mejor garantiza la calidad de los espacios. Desde ambas entidades recuerdan que, entre las principales ventajas de estos productos, está su capacidad para proporcionar un ambiente confortable y saludable en el interior de las viviendas, libre de compuestos y sustancias tóxicas.
Los materiales cerámicos, gracias a su origen natural, contribuyen a garantizar la construcción de espacios saludables. Estas soluciones previenen la aparición en el edificio de patologías asociadas a la humedad, como el moho, que pueden ocasionar serios problemas de salud (alergias, problemas respiratorios, etc.). Además, no emiten Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs) u otras sustancias o gases tóxicos como el radón, garantizando la calidad del aire en el interior del edificio. También hay que tener en cuenta que debido a su excelente comportamiento frente a la humedad, son idóneos para zonas húmedas de las viviendas como cocina y baños. Este aspecto cobra todavía mayor importancia en zonas de uso hospitalario (que requieren de elevada asepsia) y zonas con gran humedad relativa (duchas colectivas, piscinas, etc.). Otros sistemas del mercado, como las paredes de entramado autoportante, presentan un peor comportamiento frente a la humedad, y la presencia de celulosa en su composición obliga a utilizar placas anti-humedad sometidas a un tratamiento especial hidrófugo y anti-moho, con el correspondiente encarecimiento de la obra, nos explican desde la asociación.
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