Se inaugura la Clínica Zorrotzaurre en Bilbao
IMQ ha inaugurado la Clínica IMQ Zorrotzaurre en Bilbao. El centro, cuenta con innovaciones funcionales, tecnológicas y asistenciales que, según la compañía, lo convertirán en un referente de la asistencia sanitaria privada vasca. Ha sido diseñada para ofrecer un servicio integral, especializado y de calidad a todos los pacientes y dispone de una cartera de servicios que aglutina todas las especialidades médico-quirúrgicas.
Uno de sus puntos fuertes es la Unidad de Oncología, establecida en colaboración con el Instituto Oncológico Teknon y que ocupa unos 1.300 metros cuadrados. La clínica ofrece una atención integral en el diagnóstico y tratamiento del cáncer, con equipamiento de última generación como PET-TAC, gammacámara, simulación con TAC y un acelerador lineal que emplea tecnología microondas para irradiar las células cancerígenas. Además, dispone de un Hospital de Día Oncológico formado por 11 salas privadas para los tratamientos de quimioterapia y un área de hospitalización especializada en oncología con habitaciones individuales para los enfermos.
Su apuesta por la tecnología médica se completa con otros equipos punteros como el robot Da Vinci, una plataforma robótica de última generación capaz de realizar cirugías complejas y muy delicadas con una mínima invasión del cuerpo y una mayor precisión, o el equipo Hitachi de resonancia magnética abierta, que permite que los pacientes no perciban sensaciones claustrofóbicas al realizarse la prueba. Se trata del primero de este tipo que se utiliza a nivel nacional y uno de los pocos a nivel europeo.
Con la puesta en marcha de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, IMQ da un paso definitivo en el desarrollo de un modelo asistencial basado en la sinergia entre unidades, especialidades y profesionales para ofrecer al paciente una asistencia integral de máxima calidad. La nueva Clínica se complementa con la Clínica IMQ Virgen Blanca para constituir un único proyecto asistencial y, así, dar el mejor servicio a los pacientes.
La Clínica IMQ Zorrotzaurre, que se ha construido en dos años, simboliza la contribución de IMQ al desarrollo del nuevo Bilbao y su firme apuesta por la salud y la medicina en el País Vasco. El edificio ha sido diseñado por los prestigiosos arquitectos Carlos Ferrater y Alfonso Casares, que han contado con la colaboración del estudio de arquitectura bilbaíno Katsura.
La construcción de este edificio ha supuesto una de las primeras intervenciones urbanísticas en la regeneración del área de Zorrotzaurre. Los arquitectos responsables del proyecto han diseñado un edificio que, además de ser un referente en el horizonte del nuevo Bilbao se integra perfectamente con la reestructuración de la zona diseñada por Zaha Hadid.
Es la mayor clínica privada del País Vasco, según la compañía.
Uno de sus puntos fuertes es la Unidad de Oncología, establecida en colaboración con el Instituto Oncológico Teknon y que ocupa unos 1.300 metros cuadrados. La clínica ofrece una atención integral en el diagnóstico y tratamiento del cáncer, con equipamiento de última generación como PET-TAC, gammacámara, simulación con TAC y un acelerador lineal que emplea tecnología microondas para irradiar las células cancerígenas. Además, dispone de un Hospital de Día Oncológico formado por 11 salas privadas para los tratamientos de quimioterapia y un área de hospitalización especializada en oncología con habitaciones individuales para los enfermos.
Su apuesta por la tecnología médica se completa con otros equipos punteros como el robot Da Vinci, una plataforma robótica de última generación capaz de realizar cirugías complejas y muy delicadas con una mínima invasión del cuerpo y una mayor precisión, o el equipo Hitachi de resonancia magnética abierta, que permite que los pacientes no perciban sensaciones claustrofóbicas al realizarse la prueba. Se trata del primero de este tipo que se utiliza a nivel nacional y uno de los pocos a nivel europeo.
Con la puesta en marcha de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, IMQ da un paso definitivo en el desarrollo de un modelo asistencial basado en la sinergia entre unidades, especialidades y profesionales para ofrecer al paciente una asistencia integral de máxima calidad. La nueva Clínica se complementa con la Clínica IMQ Virgen Blanca para constituir un único proyecto asistencial y, así, dar el mejor servicio a los pacientes.
La Clínica IMQ Zorrotzaurre, que se ha construido en dos años, simboliza la contribución de IMQ al desarrollo del nuevo Bilbao y su firme apuesta por la salud y la medicina en el País Vasco. El edificio ha sido diseñado por los prestigiosos arquitectos Carlos Ferrater y Alfonso Casares, que han contado con la colaboración del estudio de arquitectura bilbaíno Katsura.
La construcción de este edificio ha supuesto una de las primeras intervenciones urbanísticas en la regeneración del área de Zorrotzaurre. Los arquitectos responsables del proyecto han diseñado un edificio que, además de ser un referente en el horizonte del nuevo Bilbao se integra perfectamente con la reestructuración de la zona diseñada por Zaha Hadid.
Es la mayor clínica privada del País Vasco, según la compañía.
Para poder escribir un comentario debe iniciar sesión o darse de alta en el portal.