El valor añadido del BIM para infraestructuras sanitarias

Eva Roense, Arquitecta-BIM Manager de VITALLER Arquitectura | 24/01/2018
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Fecha: 19/03/2018
Idioma: Castellano
Web: ver aquí
Autor: Eva Roense, Arquitecta-BIM Manager de VITALLER Arquitectura
Procedencia: Vitaller arquitectura  

En los últimos años hemos visto como la irrupción de la metodología BIM ha supuesto el inicio de una fase de renovación en el sector de la construcción que se evidenciaba ya indispensable. La gran difusión del BIM ha dejado claras sus indiscutibles ventajas para el desarrollo de un proyecto, así como los beneficios que la colaboración entre todos los agentes, implícita en esta metodología, aporta en cualquier fase del ciclo de vida de un edificio. Como estudio especializado en arquitectura sanitaria, el objetivo de VITALLER arquitectura ha sido, desde sus inicios, desarrollar proyectos con un elevado valor social, aplicando el modelo de diseño centrado en la persona.

Con este punto de partida, la implantación del BIM se presentó como una oportunidad para consolidar el compromiso del estudio con el ámbito de la salud y la sostenibilidad. Desarrollar proyectos en BIM supone, necesariamente, la implicación de todos los agentes que forman parte del ciclo de vida del edificio (no sólo técnicos, sino también gestores y sanitarios), y es esta cooperación la que da como resultado edificios de calidad constructiva, asistencial y social.

LA APLICACIÓN DE LA METODOLOGÍA BIM PARA DISEÑO Y OPERACIONES

El desarrollo de un proyecto deja de ser, por lo tanto, una cuestión estrictamente del diseño producido en un despacho, y supone colaborar ya de inicio con todos los actores. Desde el principio se organizan sesiones de trabajo conjunto a las que asisten los representantes de cada agente y en las que se revisa el avance del proyecto. Para empezar se fijan los objetivos BIM a alcanzar a partir de las necesidades de la Propiedad/Administración y el Operador o Responsable de mantenimiento y a medida que avanza el proceso se coordina a todos los equipos (arquitectos, ingenieros, constructora, instaladores), para verificar sus resultados de acuerdo con los requerimientos acordados.

Este protocolo de trabajo se llevó a cabo para el proyecto de un nuevo hospital en Kíev, una clínica privada de referencia de más de 27.500m2 donde la magnitud y complejidad del proyecto hacía indispensable trabajar con equipos especializados de estructura e instalaciones.

En este caso, VITALLER Arquitectura desarrolló la disciplina de arquitectura y como BIM Manager dirigió a colaboradores externos que diseñaron la estructura y las instalaciones. Para garantizar el progreso del proyecto en su conjunto, periódicamente se coordinaban los modelos producidos por cada equipo, y a partir de la revisión del modelo federado se validaba con el cliente y con los colaboradores el trabajo realizado o bien se acordaban modificaciones para introducir mejoras o resolver incidencias.

 

Modelo de Coordinación de arquitectura, estructura e instalaciones para una nueva Clínica en Kíev

 Aun siendo imprescindible para proyectos de gran envergadura, el mismo protocolo se ha aplicado en intervenciones de pequeña escala, donde la construcción virtual del proyecto previamente al inicio de la fase de construcción permite trabajar de forma anticipada cualquier incidencia, y evitar la toma de decisiones significativas en obra, cuando cualquier cambio puede alterar de forma considerable el presupuesto o los plazos de entrega. En esta línea, un claro ejemplo del incremento de eficiencia que supone el desarrollo en BIM de un proyecto reducido es la Reforma del Hospital de Figueres, donde debía incorporarse una nueva área de rehabilitación para responder al incremento de demanda y convertir el hospital en un servicio de referencia comarcal.

La reforma, con una extensión de 600m2, se desarrolló en un espacio sin uso pero afectado por conductos de instalaciones existentes, a la vez que incluía también una afectación estructural para permitir la inclusión de distintos lucernarios y la apertura de pasos en muros estructurales. Si bien se trataba de una intervención de alcance mucho más acotada, la coordinación sobre el modelo de la arquitectura, la estructura y las instalaciones resultaba crítica para llegar a fase de obra con la máxima definición del diseño para evitar afectar el normal funcionamiento del resto de áreas del hospital y eliminar los cambios sobre el proyecto aprobado.

 

Visualización de los modelos de instalaciones, arquitectura y estructura para la Reforma del Hospital de Figueres

 LA COLABORACIÓN CON EL PROMOTOR Y LOS SERVICIOS MÉDICOS COMO MOTOR DEL PROYECTO

Si bien la utilización de modelos BIM es cada vez más frecuente, son aún pocos los edificios proyectados y construidos a partir de modelos BIM en los que se lleve a cabo una colaboración permanente entre todos los agentes, incluidos la  propiedad, el explotador o el usuario final. Cabe destacar, por lo tanto, la experiencia desarrollada en la ampliación del Hospital de Sta. Caterina en Girona con una nueva UCI para pacientes semicríticos y los resultados obtenidos con la aplicación efectiva de esta metodología en un caso real.

PLANTEAMIENTO GENERAL DE LA AMPLIACIÓN

El proyecto debía dar respuesta a las necesidades del actual Hospital para contar con una nueva UCI, incluyendo 9 boxes de pacientes semícriticos, así como todas las dependencias relacionadas (control de enfermería, salas de trabajo, vestidores, despachos, almacenes, office de medicación, salas de instalaciones, etc.). 

En este caso, además, los condicionantes de partida de la ampliación añadían una elevada exigencia a la complejidad que siempre acompaña al diseño de cualquier equipamiento sanitario:

  • La nueva UCI debía estar directamente conectada al edificio existente, con acceso desde una zona actualmente destinada a salas de espera y consultas.
  • Era indispensable que el hospital continuara su actividad habitual durante la fase de construcción, también en las zonas directamente conectadas con la ampliación.
  • Dado que algunas afectaciones eran inevitables, el plazo de ejecución era corto y muy estricto.

Además, la nueva UCI debía construirse elevada sobre una planta sótano libre utilizada como zona logística y para acceso de proveedores del hospital, que en ningún caso podía ocuparse o ver interrumpido su uso. Todo ello hacía necesario conseguir la máxima coordinación y colaboración de todas las disciplinas (arquitectura, estructura e instalaciones) para cumplir con los requerimientos contractuales.

 

Modelo de la ampliación del Hospital de Santa Caterina mostrando la distribución de las instalaciones

 UTILIZACIÓN DE METODOLOGÍA BIM

VITALLER arquitectura, que desarrolla todos sus proyectos con metodología BIM, asumió en este caso el encargo para el diseño de la nueva UCI y como BIM Manager del proyecto fijó unos objetivos claros desde el inicio: coordinar a los equipos implicados (arquitectos, ingenieros, constructora, instaladores) y trabajar de forma anticipada cualquier incidencia. Además el proyecto debía realizarse en su totalidad a partir de modelos BIM y todos los planos y comprobaciones debían ser extraídos necesariamente de estos modelos. Ya en fase de redacción del Proyecto de Ejecución se estableció una estrecha colaboración entre todos los agentes que participaban en el proyecto, facilitando el trabajo colectivo a partir de una organización y unos flujos de trabajo basados en los principios del LEAN Construction.

En este marco, se acordó realizar reuniones semanales de coordinación a las que asistían arquitectos e ingenieros de estructuras e instalaciones, pero también los jefes de obra y encargados que posteriormente ejecutarían el proyecto, así como la propiedad (el IAS-Institut d’Assistència Sanitària) y un equipo médico, lo que permitía validar el progreso realizado no sólo desde el punto de vista constructivo, sino también asistencial.  

 

En estas sesiones se presentaban los modelos BIM desarrollados durante la semana por cada equipo, previamente federados por el BIM Manager en un modelo de coordinación. Se utilizaban herramientas específicas de edición o coordinación de modelos (Revit y Navisworks) para los aspectos constructivos, mientras que para facilitar la comprensión de los modelos a los equipos no técnicos (servicios médicos, gestores, etc.) se aplicaba también software BIM de visualización (Dalux).

El objetivo era revisar el trabajo realizado desde la última reunión:

  • Se comprobaban posibles colisiones o interferencias entre sistemas constructivos, y se acordaba una solución teniendo en cuenta las aportaciones de todos los implicados (ingenieros, instaladores, arquitectos, jefes de mantenimiento, etc.). Así, por ejemplo, se decidió cambiar el recorrido de las tuberías de gases medicinales y sus puntos de registro, puesto que la distribución inicial dificultaba el acceso a éstas.
  • Se resolvían dudas sobre el diseño previsto, modificándolo cuando podían introducirse mejoras. En este caso, la implicación de todos los técnicos permitió encontrar soluciones efectivas (como la compensación de la transmitancia de las carpinterías con el aislamiento en cubierta para cumplir los requerimientos térmicos exigidos) sin afectar al presupuesto.
  • Los médicos e enfermeras de la Unidad de Curas Intensivas junto con los responsables de la gestión y mantenimiento del hospital verificaban la disposición del equipamiento sanitario (cabecero, gases medicinales, puntos de conexión, etc.), la distribución de las instalaciones (pasos de conductos, situación de rejillas, registros, luminarias) y las calidades y características de los materiales, realizando importantes aportaciones al proyecto.

 

Comparativa del modelo realizado en fase de diseño y la obra ejecutada

 Como resultado, se obtuvo un edificio de calidad y que garantiza su idoneidad desde el punto de vista funcional, puesto que han sido sus mismos usuarios (médicos, enfermeras, jefes de departamento, etc.) los que han contribuido a su definición. Al valor social implícito en el resultado final debe añadirse el haber construido el edificio con cambios mínimos sobre el diseño de ejecución aprobado, y la constatación de que la colaboración temprana entre todos los agentes permitió resolver incidencias de forma conjunta, detectando oportunidades de mejora destinadas al incremento de calidades, al control del presupuesto o a las reducciones de plazo.  

EL FUTURO DE LA ARQUITECTURA SANITARIA

a arquitectura sanitaria deberá afrontar en los próximos años el reto de dar respuesta a los requerimientos tecnicos y asistenciales cada vez más exigentes de este tipo de edificios e incorporar la innovación tecnológica y científica que de forma constante se desarrolla en el sector médico. En este marco, se ha demostrado el valor de incorporar a los proyectos equipos especializados para resolver la complejidad de estas infraestructuras.

En consecuencia, sólo la coordinación y colaboración constante entre los agentes implicados (que en muchas ocasiones no comparten el mismo espacio físico, o ni tan sólo la misma ciudad o el mismo país) hará posible la resolución de cualquier proyecto, y para ello la incorporación de profesionales BIM y la utilización de modelos digitales como sistema de pre-construcción virtual es indispensable. Vista su repercusión, podemos afirmar que la necesidad de adoptar la metodología BIM de forma global para el diseño y construcción de hospitales, residencias o centros de salud es ya una realidad a nivel internacional, y está dando por fin sus primeros resultados en España, abriendo la puerta a que estos casos de éxito sean sólo el inicio de una verdadera transformación del sector.  

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