Recomendamos el libro Restorative cities. Urban design for mental health and wellbeing publicado en 2021 por la Editorial Bloomsbury. Creemos que es de especial interés para los usuarios de Hospitecnia debido a su contenido sobre la urbanización masiva que ocurrirá en los próximos años y los factores que pueden mejorar la salud mental de los ciudadanos mediante el urbanismo restaurativo.

La pandemia de la COVID-19 ha cambiado la manera en que la gente interactúa y utiliza el espacio público en las ciudades de todo el mundo. Juntamente con el crecimiento urbano, aparece una pregunta esencial: ¿Cómo podremos coexistir con 45 millones de personas en nuestro entorno cercano?

Para poder imaginarnos las ciudades del año 2050 tenemos que aprender a interiorizar los retos de la urbanización masiva que tendremos en aquella época. Una de las partes que hay que tener en consideración son los retos de la salud mental a los que nos enfrentaremos, y el incremento de infraestructuras que pueden ayudar al bienestar psicológico de la población, incluyendo cómo se diseñan las ciudades para ayudar a hacer frente a los retos en el nuevo modelo de urbanismo restaurativo.

La depresión es el principal impulsor de desestabilidad en el mundo, una de cuatro personas experimentará un problema de salud mental en algún momento de la vida. Existe una relación entre el lugar donde viven y el riesgo de experimentar un problema mental serio, desde depresión hasta esquizofrenia, el cual se agrava al vivir en las ciudades. Esto es debido al incremento de exposición al estrés social que se vive en las ciudades, incluyendo una mayor exposición a la sobrepoblación, la violencia y los crímenes. Debido a la escala del problema, las infraestructuras no son suficiente para resolverlo. Se necesitan nuevos paradigmas para apoyar la salud mental. Por ello, se propone un nuevo urbanismo que apoye el cuidado de la salud llamado urbanismo restaurativo.

Las interacciones y el contacto social son factores críticos en el bienestar psicológico de los individuos y sus comunidades. El bienestar social incluye sentirse parte de la sociedad y creer que se es un miembro vital del colectivo. El rol del diseño urbano para el bienestar psicológico es un área de interés emergente, el cual necesita apoyo de capital y cohesión social para poder llevarse a cabo. Pero la evidencia especifica que está directamente relacionada con la densidad de los barrios. El contacto con la naturaleza en las ciudades está asociado con un mejor bienestar social e incrementa el capital social. Pero los grandes parques y los espacios verdes urbanos pueden actuar como perímetro entre las comunidades y las problemáticas comentadas anteriormente.

Los factores que contribuyen al complejo sistema del medio ambiente para la mejora de la salud mental incluyen la provisión de un hogar seguro y salubre; la reducción a la exposición del estrés medioambiental/del entorno, como puede ser la mala calidad del aire; e incrementar las posibilidades de hacer ejercicio al aire libre, preferentemente en lugares con acceso a la naturaleza, ya que está asociado con la reducción de las ratios de depresión. Estos factores interactúan con un sistema mayor; no hay una única causa de depresión. Incrementando las zonas verdes en los barrios puede que no sea la única solución de manera inmediata para combatir estas enfermedades de la población, pero combinado con el incremento de movilidad a pie dentro del mismo barrio puede mejorar las oportunidades de interacción social entre la población. Esta relación entre la salud mental y el medio ambiente es una parte integral del sistema. La salud mental y las relaciones sociales juegan un papel muy importante en el complejo y dinámico sistema.

El urbanismo restaurativo es un nuevo concepto que posiciona la salud mental, el bienestar y la calidad de vida en el frente de los planeamientos urbanos de las ciudades. Se basa en la teórica y empírica evidencia de una rama de estudio llamada restorative enviroments, que demuestra como la naturaleza ayuda a eliminar la fatiga mental, la depresión, el estrés y la ansiedad de las personas. Ahora, con una nueva conversación global sobre la salud mental, hay una oportunidad para emprender nuevas estrategias urbanas.