Ocultar y hablar: sordera infantil, visiones espaciales e ideologías culturales en el Hospital Donaldson de Edimburgo
El siguiente articulo fue escrito por Nina Vollenbröker y publicado en la revista arq: Architectural Research Quarterly por Cambridge University Press. Creemos que puede ser de interés para los usuarios de Hospitecnia.
Basándose en las palabras del historiador Douglas C. Baynton, este trabajo parte de la premisa de que el entorno construido es un factor clave en la construcción de la sordera como concepto cultural.
El artículo analiza el Hospital Donaldson, el internado para niños sordos más grande de Escocia en el momento de su construcción, para rastrear cómo las narrativas que rodeaban su concepción arquitectónica y su mantenimiento se entrecruzaban con las interpretaciones de lo que significaba no oír y no hablar.
El Hospital Donaldson se encuentra justo al oeste de la estación Haymarket de Edimburgo y fue declarado monumento de grado A en 1965. En los documentos de catalogación de Historic Environment Scotland, el edificio principal se describe como un “complejo hospitalario cuadrangular isabelino para huérfanos que comprende alas de dos pisos entre [...] torres esquineras con torretas angulares”. El texto continúa diciendo que el Hospital Donaldson fue concebido por el renombrado arquitecto escocés William Henry Playfair (1790-1857), construido por los contratistas Young y Trench, terminado por “el destacado decorador de Edimburgo, D. R. Hay”, e “inaugurado en 1850 por la reina Victoria”. El hecho de que “la obra maestra más destacada de Playfair” fuera diseñada y construida expresamente para educar a 150 alumnos sordos de toda Escocia no se refleja en los documentos oficiales del inventario.
La sordera no se incluyó en las narrativas oficiales sobre el valor arquitectónico, la importancia nacional y el patrimonio compartido que se construyeron en torno al Hospital Donaldson a través de su inclusión en la lista. Esta omisión es problemática; controlar el patrimonio significa controlar la identidad cultural, y cualquier historia espacial colectiva permanece necesariamente incompleta mientras una parte crucial de sus relatos siga sin contarse.
Sin embargo, aunque estas reinterpretaciones formales pueden, en el caso del Hospital Donaldson, haber relegado la sordera a un segundo plano, esta ocupa un lugar muy destacado en los extensos archivos del edificio.
Este artículo utiliza documentos de archivo para rastrear momentos clave en la historia del Hospital Donaldson (desde finales de la década de 1840 hasta la década de 1880). Al hacerlo, yuxtapone planos arquitectónicos, descripciones y permisos de construcción con actas de juntas directivas, diarios de a bordo, fotografías, cartas e informes periodísticos para devolver la sordera al centro del diseño, la construcción y las repetidas modificaciones del edificio. Como tal, el artículo analiza cómo la arquitectura participó en el proceso continuo de atribuir significado a la sordera y discute lo que esta participación en la producción de ideologías culturales significa para el entorno construido en general.
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