¿Puede el hecho de que un paciente esté hospitalizado en una habitación u otra influir en la probabilidad de que adquiera una bacteria multirresistente (BMR)?

Definitivamente, SI. Y la explicación está en el estatus BMR del anterior ocupante de esa misma habitación: si la habitación fue ocupada por un paciente con C.difficile, MRSA, VRE, Acinetobacter baumannii o Pseudomonas aeruginosa, la probabilidad de que el siguiente ocupante desarrolle la misma bacteria se duplica.

Lo que lleva a concluir que la limpieza y desinfección llevadas a cabo en el momento del alta del paciente no son lo suficientemente buenas como para proteger al paciente entrante.

Y es que, micro-organismos como los anteriormente mencionados, pueden sobrevivir en el ambiente durante días o incluso semanas, lo que representa un riesgo permanente de transmisión y adquisición para el paciente hospitalario.

Recientemente se ha realizado una revisión sistemática y meta-análisis*, publicada en el Journal of Hospital Infection, para determinar el riesgo del paciente de adquirir un patógeno, asociado al ocupante anterior.

Los resultados son elocuentes:

• En habitaciones que habían sido anteriormente ocupadas por un paciente con BMR, un 6,2% de los ocupantes posteriores adquirieron una BMR de la misma especie.

• En habitaciones donde el ocupante anterior no tuvo una BMR, un 3,2% de los ocupantes posteriores adquirieron una BMR.

Los autores del artículo concluyen que las prácticas de limpieza actuales no logran reducir el riesgo de adquisición.

Si bien una limpieza regular y minuciosa es una necesidad para la eliminación de patógenos, no es el único mecanismo para mantener las superficies libres de microbios.

Para reducir el riesgo de adquisición, debemos considerar además el uso de nuevas tecnologías de limpieza, siendo la limpieza de superficies por vía aérea una de las más eficaces, prácticas y económicas.

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