No necesitamos "todólogos" necesitamos a nuestros expertos
Estos devastadores días de pandemia y confinamiento nos están sirviendo para aprender una jerga insospechada: virus ARN, PCR, test rápido, sensibilidad, especificidad, EPI, mascarillas FFP2 y FFP3, Ro, mediana, intervalo de confianza…tanta “infoxicación” nos ha convertido en expertos en estadística, virología, prevención, ingeniería, planificación sanitaria…
Este excepcional conocimiento, sobre todo esta excepcional dimensión del conocimiento abarcando tantas disciplinas diferentes, hace que ante una catástrofe biológica como la que nos está tocando vivir, ante este “cisne negro”, nos estemos comportando como profetas, somos los que “ya lo veíamos venir, ya lo sabíamos, ya lo decía yo”.
Pese a que objetivamente no se podía prever la dimensión de lo que iba a suceder, nuestra mente modifica nuestros recuerdos una vez que se conoce el resultado final y nos transforma en adivinadores en la cruda realidad actual. Y en virtud de nuestro nuevo papel de “Todólogos”, nos ponemos a reclamar más: más médicos, más enfermeras, más equipos de protección, más unidades de cuidados intensivos, más hospitales, más grandes, más dinero…Más de todo.
Y lo seguimos reclamando pese a que la prensa, la radio, los diferentes medios, nos muestran cómo se pueden llevar a cabo grandes hazañas con menos: un respirador para dos pacientes si se cumplen determinadas condiciones; gafas de snorkel modificadas para ayudar a respirar a los pacientes o para proteger a los profesionales; duplicar los puntos de suministro de oxígeno sin necesidad de hacer obras de adecuación en la instalación, ni de incrementar el stock de caudalímetros; hospitales surgidos de la nada en tiempo récord, que admiramos menos que los hospitales levantados en China; proyectos de unidades de cuidados intensivos para pacientes con infecciones respiratorias como el CURA; suministros de la medicación habitual de algunos pacientes sin necesidad de acudir a su médico de cabecera o a su centro de salud, contribuyendo con ello al control epidemiológico de transmisión de la pandemia. Estos son sólo algunos ejemplos, pues cada día aparecen más y más ideas de instituciones, empresas, particulares, voluntarios que nos aportan soluciones.
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