La innovación y la tecnología constituyen uno de los pilares sobre los cuales debe sostenerse el bienestar sanitario, pero es necesario que su aplicación se realice respondiendo a un modelo previamente definido y compartido.

Ésta fue una de las principales conclusiones que compartieron los expertos que participaron en Proyecto Bienestar Sanitario, impulsado por ISS a lo largo de 2021. 

La pandemia, en la que seguimos inmersos, nos está obligando a cuestionar y replantear muchos elementos de nuestro modelo sanitario. ¿Cómo se deben coordinar los diferentes niveles asistenciales y de soporte? ¿Cómo se financian? ¿Cómo utilizar las nuevas tecnologías para mejorar el sistema?

Desde ISS, pensamos que podemos definir cinco cuestiones clave que afectan de forma transversal al papel de la tecnología y la innovación en la consecución del bienestar sanitario.

1. Optimizar la aceleración de la telemedicina a partir de la descentralización. Las TIC en el sector salud permiten la descentralización: cualquier punto del territorio puede pasar a ser un potencial espacio para un primer diagnóstico, pero también un punto para que se lleven a cabo determinados tratamientos. Sólo a través de la descentralización podremos conseguir instituciones más flexibles, eficientes, ligeras y centrada en la aportación de valor.

2. Potenciar el diálogo competitivo entre los diferentes agentes del sistema sanitario. Las inversiones tecnológicas son necesarias, pero siempre con un enfoque claro, unos objetivos preestablecidos y compartidos y sistemas para evaluar los resultados de su implantación. Es fundamental que exista un diálogo entre las personas que están planificando y definen el modelo y las personas que prestan servicios no asistenciales, pero intervienen en los procesos, agilizándolos, por ejemplo.
    
3. Más formación y divulgación para propiciar un cambio de mentalidad. Este cambio debe ser previo a la adopción de nuevas estrategias para consolidar un modelo de bienestar sanitario. Una de las primeras vías que debemos intensificar afecta a la correcta formación y divulgación de los conceptos y estrategias fundamentales a seguir. Esta tarea pedagógica también debe servir para contrarrestar la desinformación y la confusión que han proliferado durante la pandemia.
    
4. Reorientación de los concursos y licitaciones públicas en la línea de los procesos de compra pública innovadora. La pandemia ha puesto de manifiesto que la rapidez de reacción y adaptación en un escenario cambiante depende de la flexibilidad y el peso de la burocracia. En esta línea nueva formas de licitación como la compra pública innovadora pueden aportar soluciones efectivas.
    
5. Asunción de liderazgo, tanto dentro de las organizaciones como desde la Administración. Cualquier cambio genera resistencias y en este caso la transformación del modelo de las organizaciones para alcanzar el bienestar sanitario también los encuentra. Para superar esa situación es necesario asumir el liderazgo, tanto desde las propias organizaciones, como a nivel global desde la Administración, que debe crear estándares que fijen unos criterios de calidad que tengan que ver con los horizontes estratégicos que nos marcamos para los grandes retos del país.