2025: construir el futuro de las infraestructuras de salud

Equipo Hospitecnia | ENERO 2025
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El año 2025 se presenta como un punto de inflexión para la sanidad y sus infraestructuras. La sociedad se enfrenta a desafíos cada vez más complejos: la crisis climática, la transformación digital, el envejecimiento poblacional y la creciente demanda de servicios de salud más accesibles y equitativos. Al mismo tiempo, vivimos en un momento de oportunidades sin precedentes. La convergencia entre tecnología, diseño hospitalario y nuevas estrategias de gestión sanitaria puede marcar la diferencia en la creación de un sistema más eficiente, sostenible y centrado en las personas.

Desde Hospitecnia, creemos que 2025 será el año en el que muchas de las tendencias emergentes de los últimos años se consolidarán, sentando las bases para una nueva forma de concebir el cuidado de la salud. Por ello, hemos elaborado un calendario editorial que aborda los principales retos y oportunidades que marcarán la transformación del sistema sanitario y sus infraestructuras. Trataremos temas variados que podemos explicar a través de varios conceptos clave que marcarán el año.

 

Transición ecológica y descarbonización del sector sanitario

El sector de la salud es responsable de aproximadamente el 4,4% de las emisiones de CO₂ a nivel mundial. En un contexto de emergencia climática, la sanidad debería liderar la transición hacia modelos de infraestructuras más sostenibles y limpias. Los hospitales no pueden contribuir a la degradación medioambiental del planeta ni a la polución del aire.

En 2025, analizaremos cómo los hospitales y centros de salud están adoptando estrategias de descarbonización, eficiencia energética y economía circular.

En este sentido explicaremos experiencias que marcan el camino hacia Hospitales Net Zero, con estrategias para reducir la huella de carbono mediante el uso de energías renovables, la eficiencia energética y reducción de residuos.

El uso de materiales de construcción de bajo impacto y el cambio de envolventes de los edificios tiene que ser un puntal en la mejora de las infraestructuras de salud.

Los hospitales son grandes consumidores de energía, por lo que si no se sirven de su contexto es muy difícil que lleguen a alcanzar objetivos de sostenibilidad ambiciosos. Por este motivo, trataremos de explicar experiencias de comunidades energéticas y autogeneración de energía compartida en red. Los hospitales, en colaboración con su entorno, deben convertirse en productores de energía y contribuir a la estabilidad de la red eléctrica.

La economía circular y la gestión de residuos sanitarios son un vector fundamental de la transición hacia infraestructuras y sistemas más sostenibles. El sector sanitario genera millones de toneladas de residuos cada año. En los años que vienen la circularidad y la reducción del impacto ambiental de los materiales sanitarios serán aspectos clave para avanzar hacia una sanidad más sostenible.

En los boletines semanales de Hospitecnia hablaremos sobre experiencias de reducción de residuos, alternativas al plástico de un solo uso en hospitales, nuevas estrategias de reciclaje y reutilización de equipos médicos o de la mejor gestión del agua.

 

Inteligencia Artificial y digitalización: el hospital del futuro

El avance de la Inteligencia Artificial (IA), el Internet de las Cosas (IoT) y la analítica de datos está redefiniendo la manera en que se gestionan los hospitales y se prestan los servicios de salud. Ya hace años que se experimenta y se realizan experiencias piloto en centros sanitarios de referencia o hospitales innovadores. 2025 puede ser un año importante para que muchas de estas tecnologías pasen de ser proyectos piloto para convertirse en estándares del sector.

En este sentido explicaremos a través de artículos y reportajes, las posibilidades y experiencias del uso de Inteligencia Artificial en el diagnóstico y el tratamiento, ya sea en aplicaciones prácticas de imagen médica, en medicina personalizada o en gestión hospitalaria.

Prestaremos especial atención a la automatización y la robótica en hospitales: cómo la robotización mejora la seguridad, la precisión y la eficiencia en quirófanos y las mejores que presenta el uso de robots en la logística hospitalaria.

Hace años que explicamos casos de uso de gemelos digitales y de la tecnología BIM en la gestión de infraestructuras hospitalarias.  Son cada vez más los hospitales que utilizan modelos digitales avanzados no sólo en fase de proyecto y ejecución, si no para mejorar los procesos y servicios hospitalarios.

Seguiremos explicando las implicaciones que podría tener la telemedicina en la presentación asistencial y en la transformación del modelo asistencial. Si el modelo de salud se basa en la proximidad, y las TIC son capaces de reducir la distancia al máximo convirtiendo cada espacio del territorio en un potencial lugar dónde hacer un primer diagnóstico, ¿qué transformaciones y efectos puede tener esto en una red de infraestructuras?

 

Diseño hospitalario centrado en el paciente

La arquitectura y el diseño hospitalario han evolucionado para poner a las personas en el centro de la experiencia sanitaria. Todo ello viene derivado de un modelo asistencial centrado en el paciente, que requiere de nuevas dinámicas espaciales a las que la arquitectura debe responder. Esta tendencia seguirá ganando protagonismo y las organizaciones sanitarias deberán impulsarlo a través de proyectos que prioricen el bienestar del paciente y el confort de todos los usuarios.

A lo largo de los boletines exploraremos las reflexiones que está abriendo la neuroarquitectura aplicada al diseño de hospitales: cómo el diseño del espacio impacta en la recuperación del paciente y el bienestar de los trabajadores.

La humanización de los espacios hospitalarios: sigue siendo una prioridad. Pero en muchos nuevos proyectos se detectan grandes carencias, seguramente por recortes en el uso de ciertos materiales o en cuestiones de confort acústico e iluminación interior. Estas cuestiones deben ser prioritarias para conseguir los mejores edificios para el bienestar de los pacientes. En el momento de ejecutar obras hospitalarias hay actores que lo perciben como gastos, pero estas inversiones siempre son la garantía de mayores cuotas de bienestar que acaban redundando en ritmos de recuperación de pacientes más cortos y en menos bajas laborales.

La experiencia del paciente en el entorno hospitalario no debe entenderse como un mero eslogan de marketing, sino como un eje estratégico fundamentado en métricas rigurosas como los Patient Reported Outcomes Measures (PROMs) y los Patient Reported Experience Measures (PREMs). Estas herramientas permiten medir, los resultados en salud percibidos por los propios pacientes y su satisfacción con el proceso asistencial, proporcionando datos esenciales para mejorar la calidad asistencial. Para estructurar esta experiencia de manera efectiva, se emplean metodologías como el design thinking, que sitúa al paciente en el centro del diseño de servicios, identificando sus necesidades reales a través de distintas técnicas. Esta aproximación permite detectar puntos críticos del recorrido asistencial y clasificarlos en categorías para generar soluciones que mejoren la seguridad, accesibilidad y confort en la atención. La recopilación, análisis e interpretación de la voz del paciente, mediante enfoques cualitativos y cuantitativos, es clave para transformar la gestión hospitalaria y avanzar hacia una atención más humanizada y eficiente.

 

Seguridad y resiliencia en infraestructuras sanitarias

El aumento de ciberataques en hospitales y la necesidad de infraestructuras más seguras frente a riesgos de bioseguridad, crisis sanitarias y climáticas han convertido la seguridad en una prioridad. En 2025, el sector sanitario deberá reforzar sus estrategias para garantizar la continuidad de los servicios, la protección de datos sensibles e instalaciones seguras.

La digitalización del sistema sanitario ha traído consigo avances significativos en la eficiencia y la calidad de la atención, pero también ha convertido a los hospitales en objetivos prioritarios para los ciberataques. Desde el ransomware, que bloquea el acceso a historiales médicos hasta el robo de datos sensibles, las amenazas son cada vez más sofisticadas y requieren respuestas proactivas. La protección de estas infraestructuras críticas pasa por la implementación de medidas de ciberseguridad avanzadas, como la segmentación de redes, el cifrado de datos y la formación del personal sanitario en buenas prácticas. Además, la colaboración entre instituciones y la inversión en inteligencia artificial para la detección temprana de ataques serán claves para garantizar la resiliencia del sistema. Ahondaremos sobre estas cuestiones en artículos y también a través de un nuevo curso de formación.

El auge de la telemedicina, la inteligencia artificial y el Big Data en salud ha abierto nuevas oportunidades para la personalización de tratamientos y la mejora del diagnóstico. Sin embargo, este avance conlleva un reto fundamental: garantizar la privacidad de los datos de los pacientes y el cumplimiento de normativas como el RGPD o la HIPAA.

La recopilación y el procesamiento masivo de información médica deben ir acompañados de estrictos protocolos de anonimización, acceso restringido y auditorías constantes para evitar filtraciones o usos indebidos. En este contexto, la confianza de la ciudadanía será clave para el éxito de la transformación digital, y solo podrá lograrse si la innovación tecnológica se implementa con un firme compromiso con la seguridad de los datos personales.

Entre estos problemas de seguridad, no debemos olvidar las cuestiones ligadas a la bioseguridad, que se ha convertido en una prioridad para minimizar riesgos biológicos en hospitales y centros de atención sanitaria, protegiendo tanto a pacientes como a profesionales. En este contexto, las enfermedades nosocomiales, responsables de complicaciones en miles de ingresos hospitalarios cada año, requieren medidas estrictas de control y prevención, como la mejora de los protocolos de higiene, ventilación y desinfección de superficies y equipos. A su vez, la Legionela sigue siendo una amenaza latente en hospitales y residencias, exigiendo estrategias de mantenimiento y supervisión más rigurosas para evitar brotes. La seguridad en edificios sanitarios pasa por infraestructuras más resilientes, tecnologías de sensorización de instalaciones y un enfoque preventivo que reduzca al mínimo estos riesgos.

 

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