Día Mundial de la Salud Mental: El dialogo como práctica restaurativa y los espacios dedicados a la salud mental
Los desafíos en torno a la salud mental alcanzan proporciones inquietantes, especialmente tras la pandemia de COVID-19. Datos recientes indican que una de cada cuatro personas en el mundo enfrenta problemas de salud mental, mientras que las estadísticas nacionales revelan que el 34% de la población total sufre algún tipo de trastorno mental. En este contexto, el presente día supone una oportunidad valiosa para reflexionar sobre estas cuestiones y explorar de qué nuevas maneras la arquitectura puede contribuir a mitigar estos desafíos.
En primer lugar, es importante reconocer que ya contamos con una amplia cantidad de datos y evidencia que nos invitan a explorar nuevos caminos. Continuar centrando la atención exclusivamente en cuestiones "tácitas" ya no es suficiente. La evidencia acumulada, especialmente en los últimos cinco años, sobre la conexión entre nuestro entorno físico y nuestro bienestar emocional y físico, ha sido ampliamente documentada. Diversos estudios han demostrado de manera contundente cómo los espacios que habitamos influyen y moldean nuestras experiencias y emociones, identificando ciertos elementos que ejercen una gran influencia en este sentido. La idea de que los entornos son simples contenedores sin carácter quedó atrás hace ya tiempo.
Es de público conocimiento que la conexión con la naturaleza —a través de jardines, vistas panorámicas o la presencia de luz natural—, junto con el uso adecuado de la iluminación artificial, la buena ventilación y la incorporación de materiales naturales (o su simulación), tiene un efecto profundamente positivo en nuestra mente y en nuestro cuerpo.
Frame video realizado por LaCerilla para la cápsula del dialoga.
Con esto, no queremos decir que se deje a un lado la actividad de laboratorio o los estudios de EBD. Por supuesto, cada proyecto debería ser evaluado antes y después de la intervención, pero cuando esto no es posible o los procesos son demasiado largos, surge la pregunta de cómo podemos seguir avanzando.
Bajo esta perspectiva, en Ahead Barcelona Healthcare Architecture nos hemos propuesto llevar a cabo una actividad diferente, con el objetivo de ampliar nuestra visión sobre las formas de hacer y concebir la arquitectura. A través de una práctica restaurativa, cuyo propósito es y seguirá siendo fomentar un diálogo organizado en un grupo interdisciplinario, hemos reunido a todas las partes involucradas en un proyecto para explorar conjuntamente nuevos enfoques que den forma a la arquitectura del futuro. Esta acción, denominada dialogA, se estableció como una experiencia colaborativa que consolida la escucha activa como un pilar fundamental del diseño.
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