Este documento forma parte del Blog sobre gases medicinales de Jordi Renedo, director técnico del Centro de Cálculo Paramétrico. 

En esta nueva entrada del blog sobre gases medicinales encontrará los principales parámetros a tener en cuenta para que una central con bombas de vacío de vacío de paletas lubricadas trabaje correctamente en aplicaciones hospitalarias. El objetivo es resituar la central a las condiciones idóneas que puedan optimizar su funcionamiento durante el mayor tiempo posible. 

Trabajar incorrectamente significa:

• No garantizar la continuidad del suministro. Por aumento de los fallos de los equipos. Por algunas de las causas diversas que se analizarán.
• Los fabricantes de centrales también trabajan con la normativa, y sus equipos no deberían tener unas necesidades más allá de los límites de la propia normativa.
• No transmitir la potencia neumática necesaria a la instalación. De forma que la toma más desfavorable no disponga de la potencia mínima asignada por la norma. En una situación de caudales y simultaneidades generales especificadas por la norma. Pero solo en lo que haga referencia a la propia central.
• Que bombas y elementos auxiliares trabajen dentro de parámetros incorrectos (según las especificaciones de los fabricantes y de la norma) que acorten la vida de las bombas o las pongan en riesgo de no funcionamiento.

Las bombas “secas” tienen una patología distinta, pero con muchos puntos en común.

Las bombas de vacío habitualmente usadas son genéricas, de paletas lubricadas y de una presión (vacío) limite muy baja. Suficiente y sobrado tanto si es de 5 mbar como si es de 20 mbar. Los fabricantes suelen expresar los límites en presiones absolutas.

Los hospitales expresamos el vacío como depresión respecto a la presión atmosférica local. Porque la potencia neumática a transmitir es proporcional a esta diferencia.

De esta forma, una central trabajando con presiones relativas, intentara adaptarse a las condiciones atmosféricas locales, tanto si está a nivel del mar como a 1500 m de altura. En ambos casos arrancara con el mismo diferencial respecto a la presión atmosférica local.

En general los fabricantes de bombas se han desplazado hacia valores límites de presión más bajos (mayor vacío), acordes con la demanda más habitual de su mercado industrial diverso. Se ha conseguido esto a precio razonable gracias a las mejoras en la producción.

En la vida real de los hospitales, un exceso de precisión en los mecanizados puede hacer que la bomba sea más frágil o más propensa a las averías; o simplemente más vulnerable a una instalación deficiente. Es una opinión personal fruto de observar durante muchos años marcas y modelos. Opinión conflictiva porque para muchos comerciales el vacío límite es un dato usado como argumento de la calidad de la bomba. Lo mismo que la velocidad límite puede serlo de un coche.

Un coche con velocidad punta de 240 Km/h tiene poco sentido si debemos circular por caminos de montaña sin asfaltar. Como bien saben los militares que usan Jeep en sus ejércitos o equivalentes.

En un coche, por el contrario, sí tiene sentido ya que afecta mucho al precio.

Una de las definiciones de calidad es la de responder a las necesidades del cliente, aunque él las desconozca.

Los comentarios o soluciones que se explican suelen faltar en la mayoría de ofertas existentes que conocemos, nos daríamos por satisfechos si ayudan a generar nuevas visiones de centrales con un perfil más eficiente, más seguro y más sostenible, a un diseño más completo o como mínimo a que instaladores/compradores y prescriptores estén mejor informados.

Faltan estudios en más profundidad sobre estos temas, pero simulando condiciones reales o sobre instalaciones reales como central prioritaria (ajuste del valor de arranque más alto); de forma que el fallo de una central no provoque un cero real en la continuidad de suministro.

Es un buen tema para un proyecto final de carrera o un doctorado, pero advierto precisa de muchas horas. Pescando con la caña de pescar problemas silentes y solucionarlos o minimizarlos.

La central prioritaria muy bien equipada en cuanto a instrumentación para saber al detalle el funcionamiento de las bombas, sea invierno o verano, le lleguen o no vapores del laboratorio, tenga o no muchos arranques, etc.

Por ejemplo, con una instrumentación muy sencilla llegamos a medir el caudal punta de diseño de un centro. Se alcanzaba aproximadamente durante solo una hora al mes en una mutua de accidentes de trabajo (centro de bajo uso del vacío).

Las especificaciones de la norma hay muchas maneras de cumplirlas, las de los productos sanitarios también. Antes no había o no se usaban normas de compatibilidad electromagnética y el vacío funcionaba.

¿Deben cumplirse? Por supuesto que sí. Pero en el orden de prioridades existen cosas tan sencillas como el nivel mínimo de aceite, que ha salvado muchas bombas de la destrucción. No tanto porque la bomba fuera de mejor o peor calidad.

Ha representado un gran esfuerzo colectivo pasar de normas muy paleolíticas como la IGV a la situación actual.

Encontramos a faltar la formación de los tripulantes del barco. Hemos pasado de especialidades muy definidas como calefactor a otras más difusas como “lampista”. En la época que iniciamos de 5G, el personal no puede, ni debe sentirse extranjero en su trabajo. Solo porque el barco navegue en otras aguas y a otro nivel tecnológico.

Porque detrás viene la frustración y una bajada de la apreciación de la comunidad por su trabajo, y su trabajo es muy necesario. En muchos aspectos solo reciben formación con las salpicaduras de la instalación. No hay un plan de formación genérico y diferenciado y la bibliografía existente en muchos casos es inexistente o nula.

Afortunadamente el país ha elevado su nivel de formación base mucho. Existen ahora generaciones de operarios que tienen hambre de conocimientos, de sentirse útiles, de sentirse realizados, de que el trabajo tire de ellos y no al revés. Si la formación que se necesita no existe deberá crearse. Pero en cada centro debería haber un núcleo formado propio.

Además, deberían ser equipados y formados en el uso de herramientas adecuadas. Para saber cosas tan sencillas como:

• si una toma no da el caudal necesario o no aspira los suficiente y normalizado
• probar un área en carga y ver si mantiene las prestaciones necesarias
• se deben ajustar las alarmas
• se deben ajustar los reductores de segunda etapa
• cuál es la documentación mínima necesaria para trabajar
• construir un inventario de equipos y elementos a mantener
• pasar de un inventario simple a un Gmao

Estoy convencido de que, planteado así, entre el personal de mantenimiento la cola de aspirantes para esta formación y este trabajo sería muy larga. Y los resultados espectaculares.

Se necesita tiempo, base, personal y herramientas para formar, pero también una cierta flexibilidad porque esta formación no está reglada, ni totalmente experimentada todavía. También si el personal es de varias especialidades distintas.

Se hablará de problemas reales, desconocidos para algunos pero las recomendaciones lo son como, las indicaciones de dejar de fumar tres cajetillas de tabaco al día. Las consecuencias de dejar de fumar o no, no suelen presentarse de un día para otro. Pero si hablamos de colectivos de fumadores la esperanza de vida es bastante menor. Algunos viven igual o más que los no fumadores. La diferencia es la calidad de vida de los últimos años.

Las patologías que comentamos son informativas, muchas son poco conocidas. Si las hemos descrito, es solo por si son de utilidad, para identificar algún problema concreto. Porque los síntomas encajan con alguna de las descripciones. Afortunadamente los problemas no suelen venir en manada.

Contenido

· Objetivos 
· Factores influyentes
1. Temperaturas ambientes
2. Altura sobre el nivel del mar
3.Aspiración de gases agresivos
4.Exceso de arranques
5.Decantadores
6.Etapa de filtración
7.Defectos en los circuitos de expulsión
8.Dscordancia entre capacidad de la central y la capacidad de trasiego de la instalación
9.Mantenimiento
· Bibliografía 
· Copy right