SOS, ingenieros
La crisis ha hecho estragos entre los ingenieros. La pronunciada caída de la obra pública explica buena parte de lo ocurrido. Josep Túnica, presidente de Asinca, la patronal que agrupa las empresas de ingeniería y consultoría independientes –las que no pertenecen a grupos constructores– con oficina en Catalunya, estima que desde el 2008, la facturación ha caído un 90% en España, lo que ha comportado, en el peor de los casos, cierres, y en otros muchos, ajustes de plantilla y salarios. La entidad constata que, además, las licitaciones salen por importes cada vez más bajos, que se recortan aún más en las ofertas, lo que ha conducido a "una importante degradación profesional y social de la ingeniería", lamenta Túnica, recientemente reelegido en el cargo.
Asinca cuenta con 61 empresas asociadas en las que trabajan unos 6.000 profesionales. Su labor es, principalmente, redactar los proyectos. La caída de la demanda en España ha comportado que muchas ingenierías salgan al exterior. En la actualidad, estas firmas trabajan en 71 países. "La internacionalización no es sencilla, porque requiere de una estructura y una experiencia que muchas empresas no tienen", apunta Túnica. "Es curioso –lamenta–, cuando se construyeron las primeras autopistas, vinieron profesionales extranjeros, porque nosotros no los teníamos, y ahora, que sí los tenemos, y de mucho nivel, tienen que irse porque aquí no hay trabajo o está mal pagado". Así las cosas, asegura, "resulta más atractivo trabajar en Bolivia o Marruecos que en España". Y, en consecuencia, "los jóvenes no ven nuestra actividad como atractiva".
Las consultoras catalanas tienen un problema añadido. "A muchas les cuesta reconocer a la Administración central como cliente porque es habitual que saque concursos por paquetes grandes y queden al margen", lamenta el presidente de Asinca. Por ejemplo, hay casos en los que los pliegos obligan a tener una oficina en Madrid. Además, prosigue, hay muchas partidas presupuestarias que no se ejecutan.
Josep Túnica, presidente de la Asociación de Empresas de Ingeniería y Consultoría Independientes de Cataluña y Director Gerente en JG ingenieros, relata los estragos sufridos por los ingenieros durante la crisis y las dificultades y retos actuales de las empresas
"En 25 años, España ha producido más infraestructuras que en ningún otro país del mundo y hemos contado con un nivel profesional excelente", recuerda Túnica, que no ve sentido a pasar al otro extremo y derrochar todo ese capital. "Una sociedad desarrollada –insiste– ha de tener una ingeniería fuerte". Túnica insiste en que su actividad es principalmente tecnológica y creadora de innovación, además de tractora de la economía". El problema, de nuevo, es que "la devaluación de la profesión no deja margen para la investigación y para la formación", fundamentales en una labor que pretende ser puntera.
La respuesta a esta situación no es fácil. El equipo directivo de Asinca se ha propuesto, por un lado, promover el trabajo en áreas distintas a la obra civil, como la energía, las telecomunicaciones, la edificación o el medio ambiente, especialmente en el sector privado, que está tirando más que el público. Y, externamente, ganar visibilidad para, concluye Túnica, hacer partícipe a la sociedad de que, "ahora, pese a tener mucho menos trabajo, lo importante es su calidad, más que la cantidad".
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