Sus proyectos de infraestructuras para los próximos años suman alrededor de 90.000 millones de euros y empresas constructoras de todo el mundo se pelean por hacerse con los contratos.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, concluyó esta mañana tres intensos días de reuniones con las autoridades del país para respaldar las posibilidades de un grupo de empresas españolas que construyen el AVE entre Medina y La Meca, pero ven que más allá hay grandes posibilidades de negocio en la construcción de hospitales, ferrocarriles, escuelas, alcantarillados, puertos...

De momento, Pastor ha anunciado que el primer tren de prueba de Talgo que cubrirá la la línea de alta velocidad saudí que conectará las ciudades santas islámicas mencionadas podría empezar a circular en diciembre de este mismo año, informa Efe.

El más inminente de ellos es una nueva línea de ferrocarril con trazado norte-sur que se licitara el próximo mes de marzo. Renfe y Adif, pertenecientes al ministerio de fomento ya están en primera línea de salida. Con ellas, otra serie de grandes grupos españoles de construcción que ven en los contratos internacionales el negocio que la década pasada encontraban en España y que ha desaparecido con la crisis.

El año pasado sus contratos fuera de España ascendieron a 40.000 millones de euros.