El búnker nuclear del "Gregorio Marañón"
Bajo la zona ajardinada del madrileño Hospital "Gregorio Marañón", el centro sanitario asignado en España para las emergencias nucleares, hay un búnker blindado preparado para recibir, en cualquier momento, potenciales pacientes contaminados.
Su director, Rafael Herranz Crespo, destaca que este centro de atención de situaciones de peligro radiológico y nuclear cuenta con el nivel dos del plan mundial de alertas, solo por debajo en la zona del Instituto Curie, de París, que además desarrolla trabajos de investigación.
Las doce habitaciones del Centro de Radiopatología, adscrito al servicio de oncología y radioterapia del "Gregorio Marañón", son cubículos totalmente aislados, con circuito cerrado de televisión para seguir la evolución de los pacientes y con drenajes separados para tratar los residuos radiactivos.
Las paredes de cada habitación tienen un grosor tres veces mayor al de una edificación normal, construidas en 1984 para atender los protocolos internacionales de seguridad atómica a los que aún responde.El centro de atención de situaciones de peligro radiológico y nuclear cuenta con el nivel dos del plan mundial de alertas, solo por debajo en la zona del Instituto Curie, de París, que además desarrolla trabajos de investigaciónActor principal en cada uno de los dos simulacros anuales de accidentes que se siguen en las instalaciones nucleares españolas, el Centro de Radiopatología rinde cuentas al Consejo de Seguridad Nuclear(CSN), máximo organismo español en materia de seguridad y protección radiológica.
Para el tratamiento de afectados, Herranz señaló "aislamiento, descontaminación y seguimiento" y para los residuos o elementos contaminantes, "dilución, dispersión y demora".
Herranz agregó que la radiación es algo natural y que es normal recibir exposiciones en entornos urbanos de entre 2,5 milisievert al año; 12% por tratamientos artificiales y de ese índice 0,4 puntos por la radiación cósmica.
En Madrid, destacó como factor de irradiación, el radón, abundante en la zona de sierra y enumeró yodo, cadmio y potasio como los elementos radiactivos más frecuentes.
"En este centro -continuó- podemos tratar tanto a contaminados como a irradiados. Lo principal medida se aplica en estas situaciones es el aislamiento y luego atender sus respectivas patologías", explicó.
Aunque no ha habido necesidad de aplicar los protocolos de atención de emergencias nucleares en España, los 70 trabajadores asignados al Centro atienden a diario a pacientes sometidos a tratamientos terapéuticos de radiación.
Las aplicaciones de la radiología han repuntado en los últimos años y hasta un 80% de los tratados por cáncer reciben radioterapia, que a menudo se alterna con sesiones de quimioterapia, refirió.
También ofrecen atención de control rutinario a los operarios de las centrales nucleares españolas, a quienes manipulan equipos radiológicos y al propio personal del Centro, que cuenta con dosímetros individuales para controlar la potencial exposición acumulada.
Su director, Rafael Herranz Crespo, destaca que este centro de atención de situaciones de peligro radiológico y nuclear cuenta con el nivel dos del plan mundial de alertas, solo por debajo en la zona del Instituto Curie, de París, que además desarrolla trabajos de investigación.
Las doce habitaciones del Centro de Radiopatología, adscrito al servicio de oncología y radioterapia del "Gregorio Marañón", son cubículos totalmente aislados, con circuito cerrado de televisión para seguir la evolución de los pacientes y con drenajes separados para tratar los residuos radiactivos.
Las paredes de cada habitación tienen un grosor tres veces mayor al de una edificación normal, construidas en 1984 para atender los protocolos internacionales de seguridad atómica a los que aún responde.El centro de atención de situaciones de peligro radiológico y nuclear cuenta con el nivel dos del plan mundial de alertas, solo por debajo en la zona del Instituto Curie, de París, que además desarrolla trabajos de investigaciónActor principal en cada uno de los dos simulacros anuales de accidentes que se siguen en las instalaciones nucleares españolas, el Centro de Radiopatología rinde cuentas al Consejo de Seguridad Nuclear(CSN), máximo organismo español en materia de seguridad y protección radiológica.
Para el tratamiento de afectados, Herranz señaló "aislamiento, descontaminación y seguimiento" y para los residuos o elementos contaminantes, "dilución, dispersión y demora".
Herranz agregó que la radiación es algo natural y que es normal recibir exposiciones en entornos urbanos de entre 2,5 milisievert al año; 12% por tratamientos artificiales y de ese índice 0,4 puntos por la radiación cósmica.
En Madrid, destacó como factor de irradiación, el radón, abundante en la zona de sierra y enumeró yodo, cadmio y potasio como los elementos radiactivos más frecuentes.
"En este centro -continuó- podemos tratar tanto a contaminados como a irradiados. Lo principal medida se aplica en estas situaciones es el aislamiento y luego atender sus respectivas patologías", explicó.
Aunque no ha habido necesidad de aplicar los protocolos de atención de emergencias nucleares en España, los 70 trabajadores asignados al Centro atienden a diario a pacientes sometidos a tratamientos terapéuticos de radiación.
Las aplicaciones de la radiología han repuntado en los últimos años y hasta un 80% de los tratados por cáncer reciben radioterapia, que a menudo se alterna con sesiones de quimioterapia, refirió.
También ofrecen atención de control rutinario a los operarios de las centrales nucleares españolas, a quienes manipulan equipos radiológicos y al propio personal del Centro, que cuenta con dosímetros individuales para controlar la potencial exposición acumulada.
Para poder escribir un comentario debe iniciar sesión o darse de alta en el portal.