La mejora en la atención y la calidad asistencial del paciente se convierte en uno de los grandes retos del proyecto. Lagar defiende un modelo integrado en comunidad donde la humanización del espacio juega un papel fundamental en el funcionamiento del conjunto. El deseo de mejora de la autonomía del paciente y de su accesibilidad a los servicios, se traduce en el diseño de ambientes ricos y diversos donde éstos desenvuelven su vida habitual al mismo tiempo que reciben tratamiento. Así, los patios, las terrazas y los porches ofrecen sensación de libertad y promueven atractivas estancias donde los interiores se mezclan con los exteriores, donde el sol convive con la sombra y donde los cambios de luz y temperatura se hacen palpables.

La elevada necesidad de atención y dependencia de estos pacientes exige la máxima sensibilidad a la hora de establecer un orden claro. El anillo perimetral recoge las habitaciones, orientadas hacia el exterior, dotando de vistas y, a la vez, fomentando la privacidad. Seguidamente, una galería amplia e iluminada recoge las circulaciones del complejo. Estos recorridos, identificables y accesibles, contribuyen a mejorar la orientación del paciente, y, además, funcionan como colchón acústico, separando la zona de noche de la zona de día. Es este último programa el que queda englobado dentro del patio central. Dos volúmenes transversales reciben las estancias comunes y su estratégica colocación genera tres patios de dimensiones similares. 

Atendiendo al aspecto programático, el edificio consta de dos plantas. La planta baja alberga la Unidad Residencial y los Servicios Generales asociados, siendo la planta primera la encargada de acoger la Unidad Hospitalaria y la Unidad Comunitaria. Las habitaciones y baños respetan la normativa establecida y las múltiples estancias se dimensionan según el cuadro de áreas. El acceso principal se sitúa en contacto directo con el resto del centro sociosanitario y desemboca en un atrio central que, desde el primer momento, deja intuir las áreas ajardinados. Este espacio de bienvenida concentra los principales núcleos de comunicación, tanto privados como públicos, y permite articular cada una de las unidades programáticas.

Si bien el esquema de funcionamiento es claro y sistemático, también destaca por su flexibilidad. La seriación de habitaciones se mezcla, en muchos casos, con espacios de relación y convivencia donde la versatilidad queda al servicio de encuentros y situaciones espontáneas. En este sentido, reciben especial atención los tres patios. Una arquitectura de escala contenida, luminosa y duradera, donde el anhelo por humanizar el espacio adquiere gran compromiso. Sus cuidados jardines favorecen el paseo, fomentan el disfrute de la naturaleza, y, en definitiva, apuestan por la creación de una atmósfera emotiva.

Las mismas reglas se aplican a la urbanización exterior donde la adecuación al entorno resulta decisiva. La forma de implantarse en la parcela responde, por un lado, a cuestiones climáticas, y por otro, al deseo de ofrecer itinerarios accesibles, tanto rodados como peatonales. Cada uno de los lados establece un diálogo con su entorno más próximo, promoviendo en cualquiera de los casos, un evidente diálogo con las zonas verdes. La imagen sobria y ordenada del edificio conjuga con la calidez y vitalidad de sus espacios interiores, dotando al conjunto de un aspecto calmado que promueve la serenidad y el descanso.

Distribución del programa

Frente a la posibilidad de disgregar el programa en unidades completamente independientes, se deciden agrupar en un único volumen compuesto de dos plantas, sin tener que renunciar por ello a la privacidad necesaria de cada módulo. La unidad con mayor capacidad de pacientes (Residencial) se sitúa en planta baja, mientras que las otras dos (Hospitalaria + Comunitaria) comparten la primera planta.

Estos programas quedan comunicados entre sí mediante los Servicios Generales, integrando dos núcleos diferenciados y separados: público general y personal. Además, este programa es la pieza que conecta el proyecto a la trama existente del complejo sociosanitario de Plasencia, y permite independizar accesos y flujos, tanto públicos como privados.

Organización del programa

La propuesta se ordena y jerarquiza de una forma clara y sencilla, buscando el mayor confort posible para usuarios y trabajadores. Se distinguen las siguientes partes:

(1) Zona de descanso: Las habitaciones se localizan en el perímetro, mirando siempre hacia el exterior. Esto fomenta la sensación de libertad en el usuario, que, rodeado de vegetación obtiene la privacidad necesaria. Esta parte se complementa con los aseos y unidades de control necesarias para el correcto cuidado de los pacientes.

(2) Zonas comunes: Se identifica primero el programa más social y de uso diurno del complejo, y posteriormente se agrupa. Este vuelca hacia tres generosos jardines, resguardados y repletos de actividad que favorecen una íntima relación entre usuarios y entorno.

(3) A su vez, estos dos grupos programáticos principales se articulan y conectan mediante un corredor perimetral, generando recorridos intuitivos, iluminados y agradables, funcionando además como colchón acústico entre ambos.

Espacios intermedios / Espacios sociales

Uno de los aspectos fundamentales de este tipo de proyectos es la relación entre usuarios y de estos con las estancias en las que habitan diariamente. Es por ello que se trabaja con especial hincapié en fomentar los espacios intermedios y, a su vez, en el diseño de ambientes donde se potencie la importancia de “lo social”.

Como criterio general y por las necesidades programáticas, se plantean espacios con un carácter más privado e independiente para cada uno de los módulos y otros más públicos, accesibles para todos los pacientes del complejo. Los porches cubiertos y las terrazas resguardadas dispuestos a lo largo de todo el proyecto, ayudan a difuminar el límite entre el interior y un exterior ajardinado, fresco y ventilado.

Sostenibilidad

El proyecto se convierte en un ejemplo de sostenibilidad y un ejercicio de responsabilidad, algo indispensable en la arquitectura contemporánea y en una sociedad concienciada como la actual. Por ello, la propuesta presta gran atención al aspecto energético y contempla un análisis particular que tiene como objetivo actualizar el edificio a través de criterios eficientes que reduzcan su demanda energética. Se emplean estrategias pasivas incorporadas en el diseño arquitectónico y en las diferentes soluciones constructivas adoptadas; tales como aislamientos con mayores espesores al habitual, carpinterías de altas prestaciones, protecciones solares, cubierta vegetal o ventilación cruzada.

Climatización – Ventilación

Se propone el uso de la aerotermia, sistema que obtiene un alto rendimiento en la distribución a baja temperatura mediante suelo radiante-refrescante, apoyándose además en la producción de energía mediante paneles fotovoltaicos en cubierta. Este sistema se complementa con UTAs para cada uno de los volúmenes del complejo, centralizando en cada uno de ellos la producción y reduciendo así notablemente las pérdidas. Cada uno de estos sistemas cuentan con un sistema de control inteligente y filtros para un mayor ahorro energético. En el diseño de estas instalaciones se toman las siguientes medidas:

• Las unidades propuestas se agrupan, liberándose el aire procedente de los recuperadores de calor y atemperando las condiciones climáticas del exterior.
• Si dispone de un sistema de microdifusión de agua sobre las unidades, disminuyendo la temperatura del entorno y aumentando la eficiencia de las mismas.
• Instalación del sistema Freecooling como elemento de ahorro, ya que aprovecha las bajas temperaturas exteriores para enfriar los espacios. Las ventajas de este sistema con recuperación de calor son varias: permite una ventilación efectiva del local, realiza una distribución homogénea del aire fresco del exterior y es posible programar ventilación-refrigeración nocturna para reducir rápidamente las cargas térmicas existentes.

ACS

Con el objetivo de garantizar la fiabilidad y el mantenimiento del sistema, se programan una serie de unidades a gas de tiro forzado con producción instantánea. Estas unidades entran en funcionamiento tan solo cuando existe una demanda real de consumo, instalando los equipos necesarios en cascada, de forma que se adapten la producción a la demanda en todo momento. La ubicación de este sistema es en el exterior, evitando la necesidad de una sala de calderas, y aprovechándose de los beneficios que esto conlleva.

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