Matadepera, situado a 30 minutos de Barcelona, fue históricamente un lugar de vacaciones para la burguesía catalana enriquecida por la industria textil. Por este motivo la mayor parte de la ciudad consiste en viviendas unifamiliares con jardín y con pocos espacios públicos.

El nuevo Centro de Atención Primaria se sitúa precisamente en el límite entre estos dos tipos de espacios. El proyecto responde a esta situación estableciendo el vacío como diálogo entre ellos, se modela para reconocer las cornisas de las casas vecinas a la vez que se vacía para absorber el espacio de la plaza definida por el Ayuntamiento y el Parque de Bomberos. Este escalonado se suma a otro invertido interior que permite la entrada de luz natural hasta el corazón del edificio: el acceso. Los vacíos del volumen reconocen la escala doméstica de las salas a través del concepto "módulo-ventana" y la escala urbana a través del "ojo-ventana".

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