El reto de Can Misses ha sido crear un hospital altamente eficiente que también contribuya al proceso curativo, desarrollando un espacio que reduzca los niveles de estrés de todos aquellos que se adentran en él: pacientes, familiares y personal sanitario.El reto de Can Misses ha sido crear un hospital altamente eficiente que también contribuya al proceso curativo, desarrollando un espacio que reduzca los niveles de estrés de todos aquellos que se adentran en él: pacientes, familiares y personal sanitario. El planteamiento arquitectónico que luis vidal + arquitectos realiza en este proyecto, y que ha sido merecedor de un premio Property Award al Mejor Edificio de Servicio Público, reinterpreta la arquitectura ibicenca fragmentando los volúmenes y utilizando el blanco como color exterior predominante; de este modo, siendo el edificio más grande de la isla se integra completamente en el entorno consiguiendo una continuidad paisajística sin renunciar a la personalidad arquitectónica. Los colores del atardecer y del mar también han marcado una paleta cromática que se ha aplicado como un lienzo sobre la fachada y los elementos internos.   El edificio de ampliación propuesto tiene el doble de superficie que el existente y alberga todos los servicios propiamente sanitarios. El existente se reformó para dar cabida al programa de suministros y logística, dejando liberada una gran superficie para futuras ampliaciones y otros usos.   Volcando toda la experiencia que el estudio tiene en aeropuertos, el "passenger experience" se transformó aquí en el "patient experience": el manejo de flujos al que obliga un edificio que puede llegar a acoger 20 millones de pasajeros -como es la T2 de Heathrow- se ha aplicado en Can Misses consiguiendo redefinir la conectividad entre los servicios, facilitando la movilidad natural y sin tensión de las personas, creando una nueva señalítica basada en los colores para facilitar la orientación intuitiva. La inclusión de "jardines terapéuticos" en interiores y exteriores, la potenciación de la luz natural y un cuidado estudio acústico se sumaron al proyecto con el objetivo de reducir los sentimientos de miedo y desorientación, objetivos prioritarios de una "arquitectura curativa". En el apartado de sostenibilidad, acciones como una cuidada ventilación y un estudiado ahorro energético junto con el uso de energías renovables han contribuido a reducir las emisiones de CO2 en un complejo que funciona 24 horas al día 365 días al año.   Modular, eficiente y sostenible, diseñado responsablemente y con tecnología de vanguardia, el edificio de Can Misses responde a las demandas de innovación y especialización sobre las que una arquitectura del siglo XXI debe reflexionar.  

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